He leído Julia. Las Aventuras de una Criminóloga en la edición de Aleta.
Esta serie nace a finales de los años 90, en una época de expansión de Bonelli que estaba pasando por un momento dulce. En busca de nuevos personajes, le piden a Berardi (creador de Ken Parker entre otros) una nueva serie. Tras dos propuestas que no acaban de cuajar surge Julia que nacecon características especiales respecto del resto de series, siendo la más notoria que la longitud de sus historias son de 128 páginas en vez de las habituales 96 de Bonelli. Estamos hablando de una serie que se viene publicando de forma mensual desde hace más de 20 años y que exige de su guionista plantear cada mes una historia lo que me parece una labor titánica.
Entrando en el contenido de las historias, hay que partir de que lo que he leído son los 12 tomos que publicó en su momento Aleta y que recogen las 24 primeras historias de la serie. Julia es una criminóloga a la que recurre la policía para asesorarse. Hay que partir de que se nos presenta al personaje con una profesión asentada, quiero decir que ya tiene su reputación y no tiene que hacerse hueco ni labrarse un nombre para ser respetada en su campo. A Julia le acompaña un nutrido grupo de personajes que no por tópicos no dejan de resultar interesantes. En la parte familiar tenemos a una hermana que es modelo pero coquetea con las drogas, una abuela que crió a ambas hermanas, una asistenta negra histriónica que culpa de todo al mundo de los blancos, un detective privado guapo que es el principal apoyo de la protagonista para cometer actos audaces, un inspector de policía recto e inflexible que tiene interés por Julia pero suelen discutir frecuentemente, otro policía tan grande como bonachón y por supuesto la gata de Julia. Hay que decir que todos los personajes están bien integrados y enriquecen al personaje principal porque le dan más profundidad a Julia.
Las historias en su gran mayoría son autoconclusivas, salvo un par de excepciones que son los números 1 al 3 y otra historia que hay por el medio que son un par de números. Aquí Berardi hace un poco de trampa porque aunque es cierto que hay historias que encajan en lo que sería la actuación de una criminóloga, hay otras que directamente Julia se convierte en un poco de todo para poder entrar en la trama. No obstante, es una licencia lógica del autor y que de todos modos no chirría. El tono de las historias es evidentemente relacionado con los crímenes. Hay un poco de todo, pero generalmente suele ser un asesinato.
Quizás la mejor definición que se le puede dar a la serie es la de que es una serie procedimental, de las que tantos ejemplos nos ha dado la televisión, en la que el principal atractivo son los personajes, el crimen y descubrir quién es el asesino. En ese sentido cumple sobradamente y gustará a aquellos que disfrutan de series de ese corte. También hay que decir que los muy duchos en ese género descubrirán generalmente dónde está el truco de la historia antes de ser desvelado, pero no por eso le quita interés a la lectura.
Destacar no obstante que el arco de los tres primeros números de la serie (tomo 1 y primera historia del tomo 2) conforman una rara avis respecto a lo que vendría después. Aunque el número 1 sí sigue ese esquema de crimen y descubrir al asesino, las dos siguientes historias entran en seguir al asesino, sus motivaciones y la larga caza por la policía.
La edición de Aleta es más que adecuada. Tomos pequeños de unas 256 páginas recogiendo dos historias originales a 13 euros al principio que luego serían 13, 95 euros. Desgraciadamente Aleta dejó de publicar esta serie saldando los tomos que fue cuando los compré yo por menos de 50 euros toda la serie. Me apena decir que en su momento no sabía de esta serie, y de haberla conocido yo la hubiera comprado sin problema. Tampoco está claro que nadie se anime a seguirla. Es cierto que Panini está publicando cosas de Bonelli pero de momento de Julia solo ha publicado novelas gráficas que salieron fuera de la serie.
Nota: Si la ves a buen precio no dudes en comprar.