"Annie Hall". Woody Allen (1977).En 1977 apareció una película que tuvo un impacto mayúsculo en uno de los géneros clásicos de Hollywood. Y no, no empezaba en una galaxia muy, muy lejana; empezaba con un tipo algo esmirriado contando chistes directamente a cámara.
No sé si Annie Hall es la mejor película de Woody Allen (según el día que me pregunten, diría que es esta, o Manhattan, o Hannah y sus Hermanas, o….), pero seguro que es la más importante, porque inventa el subgénero de “película de Woody Allen”, dejando atrás las cintas de gags que había hecho hasta entonces, contando por primera vez una historia seria en ese tono tragicómico marca de la casa. Aparece ya formado ese personaje que aquí se llama Alvy Singer, que después tendrá otros muchos nombres, pero que siempre será Woody Allen, aunque con los años, qué remedio, lo terminen interpretando otros actores más jóvenes.
Es una película experimental (cámara partida, subtítulos para los pensamientos, ruptura de la cuarta pared,…) , melancólica (¿qué comedia romántica había acabado así antes?) e influyente (Cuando Harry encontró a Sally, 500 Días Juntos o la propia La La Land, por ejemplo, beben en mayor o menor medida de ella).
Y encima sale Diane Keaton comiéndose la pantalla, versionándose a sí misma y formando con Woody una de las parejas míticas del cine moderno.