Me acabo de terminar el 4º volumen de
Black Hammer, La edad sombria parte II.Tengo una sensación agridulce tras haber terminado este tomo, por una parte me ha gustado mucho y sirve para cerrar magnificamente ese circulo que comenzo Lemire en el tomo uno. Un circulo que siempre se ha basado en el amor de Lemire por la edad de oro y plata de los superheroes, en las creaciones de marvel y dc y en un toque muy aventurero y pulp.
Por otro lado, tengo el sabor amargo de saber que esto se ha acabado y en cierto modo tengo la sensación de que estos personajes aun tenian mas recorrido y aventuras que contarnos. Quizas lo mejor sea dejar a este grupo ahora, en lo mas alto, pero tengo el come- come de que aun habia muchas historias que contar.
En este último volumen de Black Hammer, Lemire se atreve a ir a lo grande y tenemos dos homenajes brutales a dos momentos del universo DC que estan en la cabeza de cualquier lector de cómics. Primero tenemos un homenaje a un arco del Animal Man de Morrison que todos recordamos y que Lemire sabe trasladar a este universo con mucha habilidad. Me ha gustado mucho esa parte, al igual que me gusto en el cómic de Morrison, creando un
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superchulo.
El otro homenaje es a las Crisis en Tierras Infinitas y aunque quizas no sea tan original como el anterior si que me parece que es perfecto para cerrar la historia y dar fin a este universo, al menos tal como lo conocemos.
Quizas Black Hammer sea junto a Harrow County la serie de cómic americano que mas he disfrutado en los últimos años. Da igual que número te leas de la serie, se nota que esta cuidadisimo, que no hay relleno por ninguna parte y que esta hecho con muchisimo mimo y cariño. No me cabe duda de que hasta el momento, esta serie es lo mejor que nos ha traido Jeff Lemire y eso tiene merito teniendo en cuenta que es un autor muy prolifico y que nos ha traído muy buenos tebeos (Descender, Plutona, Trillium, su Caballero Luna y un largo etc.)
Si Lemire ha estado siempre ahí dando el do de pecho también quiero destacar la parte gráfica de la obra, Dean Ormston (del que solo tenia localizada su participación en Lucifer) se marca uno de los trabajos de su vida y sabe dar una consistencia y una continuidad brutal a toda la obra, con una estetica muy feista y personal que se convierte en el sello de la serie y que personalmente creo que queda fabulosa (y mas con el color de Stewart). Los dibujantes invitados como David Rubin o como el Rich Tommaso de este tomo estan muy bien metidos, siempre en números que nos cuentas historias un poco al margen de la historia del grupo y con un estilo muy diferente (mas psicodelico, mas experimental, de trazo mas ligero) pero a un nivel sensacional.
No me queda otra que estar muy agradecido de haber leído esta obra a la que me subi tarde, pero que me ha merecido mucho la pena. Tras esto un nuevo capitulo se abre en el universo Black Hammer, me tengo que pensar si estare ahí, lo mas seguro es que le de una oportunidad (aunque no sea mi Black Hammer) Lemire se lo ha ganado.