Pues las tetas, aunque parezca una tontería, es una parte esencial de los relatos de Howard, porque en muchas ocasiones las mujeres van semidesnudas, o directamente desnudas, como era el caso de Bêlit. De hecho, recuerdo una historia muy concreta en el que la desnudez era algo importante, porque llamaba la atención en público si iba demasiado vestida.