Qué debate más épico. Me quedan por leer las tres últimas páginas, pero es que he visto esto y no me he podido resistir.
Joder, ¿y a vosotros qué os regalaron para la comunión? ¿Un pack de trading cards de santos?
Todo el mundo pillaba una consola.
A mí me regalaron unos prismáticos. A los dos días ya lo estábamos utilizando para espiar yonquis y parejas tras unos setos circulares que había en el parque de abajo de mi casa. A veces había hasta colchones
Yo tampoco tuve consola. Tuve maquinitas de esas de bazar marroquí que imitaban a las de Nintendo. Mi primera consola fue realmente una ps2. Sí, había colegas que tenían el Amstrad CPC de 64k, el Spectrum o el Amiga y te ibas a casa de uno u otro a jugar. Era (y esto es completamente en serio) un acto social. Ponías el copión con la cinta y charlabas mientras el juego se cargaba con sus míticos ruidos. Como a mi casa llegó un ordenata más tarde (porque saqué buenas notas, creo que fue con 11/12 años) fue un Amstrad pero ya de 128K y disquette. Una revolución
Y en cuanto a lo otro de que los chavales no leen cómics... yo creo que sí que leen, pero menos que nosotros porque ahora, en general, tienen más alternativas. Los kioscos vendían cómics porque era el sitio al que iban los chavales. Y también, cierto, tu padre, o tu tía a comprarte un cómic cuando estabas malo. Eso lo he vivido yo varias veces, y casi siempre caían de Bruguera.
En conclusión, si quieres vender cómics a la chavalería, tienes que estar donde estén ellos. Y yo sí veo a chavales de instituto comprar cómics... en el GAME de mi pueblo. No es inusual ver a chicas comprar manga y sentarse a leerlo justo fuera, algo que me recuerda sorprendentemente a mis años mozos. Los chavales también compran manga...pero también grapas de Panini. Los GAME me recuerdan en más de un sentido a los kioscos (o a las papelerías, que yo compraba ahí mis series regulares, claro, porque ibas allí a comprar cosas que compran los niños, como gomas, lápices, libretas, etc.): tienen solo algunas grapas, nunca sabes cuándo vendrán y no se conservan demasiado bien.
En cuanto a librerías especializadas (eso que para mí hubiera sido como conocer un color nuevo en mi época), yo sí veo también a chavales entrar y comprar. Pero mucho menos, y sobre todo ya veinteañeros. También diría que depende la librería. Hace tiempo que no voy por la Nostromo de Sevilla, por ejemplo, pero siempre que iba me la encontraba llena de chavales, en mucha mayor proporción que de puretas y, de nuevo, comprando manga o merchan de juego de tronos y cosas así. Supongo que influirá el entorno. Si en mi barrio cuando era peque hubiera habido una librería especializada yo estoy convencido de que no hubiera parado de dar el coñazo día sí y día también
Voy a leerme las tres páginas que me quedan.