A lo que voy es que, mal que bien, en peores o en mejores condiciones, tenías las grapas a mano en los kioskos. Te podías aficionar con 9 años sin esfuerzo, al salir de clase pasar por el kiosko, pillar una o dos grapas (no mucho más).
Sí, yo eso lo hacía, al salir de clase pasaba por el kiosco y guardaba las grapas en la mochila. A veces, salía en el recreo y me daba la caminata.
El kiosco es más recurrente, pero me parece más llamativo para un niño incluso ver esa tienda de la ciudad con el escaparate lleno de carteles, muñecos, juguetes, figuras, tebeos, libros y tal. Lo que es una tienda friki. Creo que llama la atención tela, igual que la llama una juguetería, y que el niño puede entrar en ella perfectamente y pillar su par de grapitas (de Medusa, de ECC, de Panini, por 1,95€ más o menos).
De hecho, de vez en cuando sigo viendo eso:
El mes pasado, un par de chavales pasaron delante mía y compraron su par de grapas. Tendrían unos 11 años. Creo que se llevaron Superhijos y otra más.
La semana pasada, en FNAC, un padre escuchó que era colaborador de cómic (mi mujer y unos amigos estaban echando un ojo a todos los tomos del mes en los que había escrito o traducido, echando fotos), y se me acercó a preguntarme qué tebeo le aconsejaba cósmico a su hijo de los de Thanos (el Guantelete, Thanos), así que el chaval (que sabía quién era Estela, Warlock, Thanos y demás) salió de allí con su tomo, pero ya había cogido unas grapas (creo que de Star Wars).