Imaginad la situación:
Estoy en casa escribiendo la revista de Masacre cuando me llega un correo. El correo, con remitente del estudio, enviado por Planeta, toda seriedad, como corresponde a una de las editoriales más potentes del mundo, me cuenta que tengo que acogerme al glosario que me adjuntan en el archivo, sobre usos y palabras que no puedo utilizar en mis textos debido a su publicación en Argentina, México o Perú.
El archivo era el siguiente:
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Recibir semejante correo de la coordinadora...
Mi cara fue épica.
Y las risas se escucharon dos calles más abajo.