Y aquí la referencia (y de la propia Seven muy clara) es la extraordinaria peli de Hopkins y Foster.
Hombre, POR SUPUESTO.
Te vas quizás al otro gran thriller de nuestro tiempo que sentó unas bases que volaron los cimientos del género.
Bravísima
Pero hazme caso que sí;
David Fincher es uno de los grandes baluartes del cine americano moderno. Junto a Sam Mendes o Paul Thomas Anderson.
Seven cambió el género. No solo por esa estética sucia y emocional de la ciudad de Nueva York (su guionista explica cómo su propia vida en una ciudad alienante y masificada le marcó la forma de preparar la visión de la ciudad, en la que Gwyn es la luz del mediocentro americano y la ciudad la engulle), por sus escenas divididas en días de la semana (en thriller y terror funciona cojonudo), por uno de los mejores villanos de la historia del cine (John Doe), o por uno de los finales más brutales del mismo.
Es un perfecto manual de cómo hacer un thriller, y no me equivoco mucho si digo que 7 de cada 10 películas han fusilado su estilo, su estética y sus mecanismos.
Hablamos debidamente de un punto de inflexión en el género, y una película hecha con un gusto exquisito.
Por supuesto, los corderos la pueden tener más grande sin ningún problema. De hecho creo que sí, que la tienen más grande.
No pasa nada. Ambas son puntos capitales de la historia del cine estadounidense.