Lo que más me sorprende es que no se descuida absolutamente nada.
Porque cuando el humor es una constante en un tebeo de superhéroes se corre el riesgo de satirizar la trama e impedir que el lector la tome en serio (pasa a veces con Nick Spencer, al que no pretendo minusvalorar con este comentario). Aquí sin embargo hay comedia, diversión y buen rollo sin sacrificar por ello en ningún momento la aventura, el drama, las relaciones entre personajes, la credibilidad de cada situación y ciertos momentos profundos.
La conclusión del Hombre Gris es una página que he impreso para enmarcarla en mi pared junto con una foto de mi padre.
7 numerazos solidísimos, de lo mejor que he leído este año sin duda.