No sé si querían coincidir con algún salón o algo, de ahí la espera entre un número y otro.
Me gustó bastante, y sé que va a ser una colección en mi estantería para siempre. Pero no soy objetivo; Vaughan para mi es Dios, y yo solo un pobre creyente de su credo.
Es un cómic ágil, te deja con ganas de más y unos personajes que con unos pocos diálogos ya empatizas.