El Capitán Marvel primigenio vale la pena hasta el número #4. El concepto es muy bueno, el enfrentamiento con el Superskrull es uno de los primeros pasos lógicos y un intercambio de tortas con Namor siempre mola.
Pero a partir de ahí se van Thomas y Colan y llegan Drake y Heck, que parece que se picaron para ver quién hacía más mal su faena, con tramas sin sentido, un culebrón repetitivo, cambios de rumbo repentinos, incoherencias... Y todo aderezado con mucho tedio.
En mi humilde opinión
A ver si llegamos algún siglo en el hilo de la Era Marvel.