La típica tonteria gafapasta de temporada, firmada por un director de prestigio en clara caída libre desde ni se sabe, que junta a cuatro actores soberbios de los cuáles uno se dedica a hacer un buen papel, otros pasan sin pena ni gloria y otra se marca una histérica e irritante sobreactuación.
Un moderado bodrio, una nimiedad, una obra decididamente muy menor.
Un blablablablabla que no lleva a ningún sitio pero en el que muchos creen ver la Piedra Filosofal.
Ideal para velada progre, regada con vino del caro (que no se sabría diferenciar de otro) y ansias folladeras con chicas con flequillo y pocas luces.
Una absoluta y burguesa pérdida de tiempo.