Hola a todos, todos.
He leído las últimas páginas del hilo y quiero felicitar a
roger64 por su frikiplanificación de cinco OG del Increíble Hulk: muy buena.
Respecto a los clásicos y viejunos que Panini ha ido anunciando y publicando en los últimos meses:
- La recopilación de Star Slammers del inmensísimo Walter Simonson me tiene absolutamente feliz.
- En cambio, sigo triste por la publicación de Longshot en Marvel Gold de tapa blanda. Sé que me repito más que el ajo, pero hubiera quedado perfecto en un tomo similar a la última edición de Dios ama, el hombre mata. Lo he comprado y lo tengo en casa, pero no me gusta nada de nada.
- Tampoco me ha gustado el cambio en la publicación del Daredevil de Miller. Eso sí, el MH dedicado a La Cosa, me interesa.
- El de Daredevil es el primer OG que no he comprado (no tengo en cuenta el dedicado a los 75 Años de Marvel porque las antologías no son, por lo general, lo mío). Incluso, lo he tenido delante y he conseguido superar la tentación de comprarlo. De Daredevil, al igual que de Namor (anunciado en MLE), me basta con sus respectivas Bibliotecas Marvel. Iron Man y Hulk serían dos casos similares. Y sí, soy consciente de que podría aplicar el mismo criterio a La Patrulla-X Original o al Capitán Marvel, pero mi pasión por los subuniversos mutante y cósmico es difícilmente controlable.
Llevo demasiado tiempo leyendo muy poco. De clásicos Marvel, en los últimos meses sólo los dos Marvel Gold dedicados a Los Vengadores Costa Oeste de Englehart y Milgrom: Los lazos que atan y Pecados del pasado. Apedreadme, si queréis. El que crea que está libre de pecado, que me lance la primera piedra, porque los he disfrutado como un cerdo en una charca.
Hace unos años, cuando Julián puso en marcha la recuperación de Los Vengadores de Stern, Milgrom y Buscema, al ir leyendo los tomos, me di cuenta de algo que nunca había pensado: releer historias conocidas, de las que conoces, y más o menos recuerdas, su desarrollo y su final, y que en su momento te gustaron, te produce una agradable sensación de seguridad en tiempos en que la necesitas. Me pasó con Los Vengadores de Stern y me ha vuelto a pasar con Los Wackos.
He disfrutado muchísimo de las historias de Englehart, y los lápices de Milgrom no han estropeado la lectura. A Englehart se le podrán achacar muchas cosas, especialmente en sus historias ochenteras, pero no se puede negar que conocía el material con el que trabajaba, los personajes y su pasado, y sabía construir a partir de ahí. Sabía caracterizar muy bien a sus criaturas, establecer sus relaciones y provocar su evolución. Los temores y tribulaciones de Greer, Simon y Hank (pobre, pobre Hank) están muy bien llevados; y la química entre Bobbi y Clint es simplemente deliciosa. Sabiendo ya qué ocurrirá posteriormente, me he emocionado con las últimas viñetas de la última página de Pecados del pasado. Cuando Englehart puso entre la espada y la pared a Hank Pym, Claremont ya lo había hecho con Tormenta, que tuvo la misma tentación, pero Englehart lo hizo de una forma más directa.
Las batallitas y algunos de los villanos huelen a muy viejuno; los lápices de Milgrom son... tristes, por decirlo de una forma suave; el nuevo traje de Simon es penoso; el ritmo de las historias también pertenece al pasado, aunque me parece muy adecuado; pero el punto fuerte de estos cómics es la caracterización y la evolución de los personajes, sus relaciones: el discurrir de sus vidas.
Las mejores historias de esta etapa todavía están por llegar, y los temas más peliagudos que Englehart se atrevió a tocar, también. Hay cuerda para un buen rato. Y tengo por ahí la frikiplanificación de un (muy) hipotético MLE dedicado a La Gata/Tigra, que debería cerrar. Sería el complemento perfecto a estos primeros tomos de Los Wackos, que tanto he disfrutado.