El Emperador le da mil vueltas a Vader, hombre.
En sus vidas "civiles", uno es un astuto político que planea en la sombra y le toma el pelo a todo el mundo. El otro, un niñato emo insufrible.
Cuando desvelan su maldad, uno vence a Samuel L. y a Yoda. El otro pierde contra Kenobi.
Cuando gobierna el Imperio, uno es el jefe insustituible y el otro solo uno de sus lacayos, mano de obra fungible.
Al final, uno muere matando y el otro muere llorando.
Emperador es el mejor.