Muy buenos días a todos
Me levanté esta mañana con un artículo por desayuno del conocido divulgador y teórico
David Fernández, que si mal no recuerdo comenzó en Planeta, y continúa sus labores en ECC hoy día.
Dicho artículo me ha hecho pensar en esta nueva ola de articulistas de veintimuchos o treintaypocos que habitualmente abastecemos al medio, y en las características propias que la mayoría, creo, compartimos, escribamos algunos mejor o peor, pero que en el caso del
Sr. Fernández, creo que puedo vislumbrar correctamente. Esto viene a ser una pequeña apreciación de lo que debería ser un buen artículo de género para este medio, el del cómic (algo que por cierto ya prometí a Oskar y otros un día, y que acabaré redactando para un medio u otro desde un punto de vista más serio y formal, y sí, exteeeenso).
Pero ahora, meditando el tema que hemos hablado anteriormente de los prólogos de las ediciones de lujo de Marvel Gold, en tapa dura y blanda, no he podido evitar ponerme un ratito por aquí, para comentar en particular estos textos, que después de todo forman parte del cuerpo de la obra tanto como del de la edición. Y por qué a veces parecen fracasar en su objetivo, que no es -debería- ser otro que el de servir de antesala al lector ante la obra que va a leer a continuación.
Dice así:
"Qué debe tener un buen Prólogo"Primero - Contexto: El articulista debe tener el suficiente bagaje y conocimiento como para contextualizar el entorno de ese cómic en particular y analizar qué nos ha llevado a tenerlo en nuestras manos. Cuál es su razón de ser, por qué ahora, qué se está haciendo en series relacionadas con él o en el mundo editorial del que procede. El cómic es un medio vivo, muy semejante al periodismo, y como tal depende en gran parte de su actualidad y vigencia. Por tanto, contextualizar resulta vital hablemos de un tebeo de hace dos días o de dos décadas. Cuanto mayores sean los conocimientos del articulista, más oportunos y menos manidos serán sus acotaciones, por lo que en manos de un buen redactor, el contexto inicial de un cómic puede ejercer las veces de prólogo perfecto a la historia. Todo debe sumar, no dejar indiferente, ni mucho menos restar. Y en ciertas obras, el contexto es absolutamente vital si no se conoce.
Segundo - Antecedente: Esto no va ligado al contexto (coetáneo al cómic), sino a su génesis. Si el tomo es un recopilatorio de un personaje, debe explicar el camino editorial que este ha recorrido hasta este punto, para que el lector sepa ubicar datos importantes de su cronología si los desconoce. Los antecedentes no deben ser demasiado exhaustivos ni demasiado concretos. No hace falta explicar pormenorizadamente como Ms. Marvel se convirtió en Binaria en una nueva serie del personaje, a no ser que tenga una fuerte relación con la historia actual. Se pueden apuntar datos en una frase, a veces, incluso en una palabra. Lo importante es otorgar de fondo y contenido el pasado de ese personaje, grupo o historia, que el lector puede desconocer, y cuyo conocimiento se juzga adecuado para la lectura.
El antecedente es trabajo de documentación y correcta selección. Puede representar un % muy elevado de un artículo, por lo que su buen uso es fundamental, ya que puede situar, descubrir o recordar, allanando el camino de la lectura y refrescando conceptos.
Tercero - Objetividad/Artículo de opinión: Este tercer punto da para un artículo completo, ya que es donde se fragua la idea del redactor. Antes de escribir un artículo hay que tener muy claro
para quién lo estamos escribiendo (lector veterano, neófito, casual, desconectado por muchos años...y descubriremos que los mejores artículos resultarán interesantes para todos ellos) y
qué enfoque queremos darle. Hay cientos de variaciones. Podemos llevar a cabo una sátira, un texto casi académico, un reporte completamente objetivo, un cuadro de costumbres del fan, una apreciación completamente personal y literaria de algún momento relacionado con la lectura del cómic, un biopic del cómic a través de la vida de sus autores, un texto hermético plagado de referencias, etc, etc, etc. Hay cientos, miles de opciones, literal y literariamente hablando. Ahora bien, conviene tener muy presente siempre los límites de cada una, y no mezclar opinión con datos, ni objetividad con inferencia. Es fundamental no solo para que el crédito del articulista no se vea dañado, sino para que su lectura pueda resultar provechosa y no un mero trámite que estamos deseando quitarnos de encima.
Ahora bien:
"Qué NO debe tener un buen Prólogo"Primero - Lugares comunes en lugar de contexto: Cuando un texto recicla historias manidas y sabidas por todos, y su redactor se limita a "vomitar" la información que alguna vez leyó de alguien que la leyó a alguien que se la leyó a otro articulista, normalmente se suele caer en divagaciones, lugares comunes, clichés e historias sabidas por todos que además pueden llevar una buena dosis de maniqueismo. Ejemplos hay a patadas; el malvado Stan y el pobre Jack, el perverso Shooter y los autores, la adoración infantil del boom Marvel, qué mal lo hacían otros y qué bien lo hacen los nuestros...A elegir. Esto, además de sesgado, resulta de nulo interés para el lector, que bien se sabe los datos, que bien no se los cree, que bien le da igual, que bien las tres. Y es lógico. No se lee un prólogo para matar el tiempo. Sería el equivalente a que en lugar de coger el bus para ir a algún sitio y este te lleve, el conductor decidiera en algún momento dar vueltas y vueltas alrededor de la plaza donde te ha recogido y que te conoces mejor que él, que llevas viviendo allí unos años. El contexto debe ser lo más resolutivo e informativo posible, o al menos ofrecer un punto de vista nuevo o bien cimentado sobre algo ya conocido. Si no, el artículo es papel mojado.
Segundo - Presente en lugar de antecedente: Se suele malinterpretar prólogo con "análisis comparado o lectura académica", y abro comillas, porque no deja de ser curioso que una gran mayoría de articulistas y prologuistas parezcan elegir esta opción, quedándose muy lejos de ella, ya que no tienen estudios que les capaciten a priori para una labor semejante. No me parece mala la distinción que hace Tebeosfera entre Divulgador, Crítico y Teórico. En este caso, podríamos decir que muchos ejercen la labor de comentaristas (opinión) o de divulgadores (sin investigación). El uso que señalamos, para que tenga alguna validez debe ser llevado a cabo con mucha más rigurosidad de la que suele emplearse, y para el que no habría espacio en una cara o dos. Y siempre llevado a cabo por un teórico o investigador. Estudios como la filología, el periodismo, etc. En caso contrario, nos encontramos con alguien que nos está resumiendo el cómic que vamos a leer, sin aportar ningún tipo de aditivo o complemento que refuerce su lectura, y que está confundiendo un grupo de textos mayor, con un ejercicio menor de labor "periodística" (el resumen es uno de los estratos más bajos de la redacción). Una labor que puede ser adecuada dependiendo del tipo de texto y medio en que se publique (Internet, por ejemplo), pero que nunca debería tener lugar en un prólogo. Por lo cual, si no tenemos antecedentes, ni análisis comparado, acabamos con un pobre resumen de lo que vamos a leer en unos segundos, que el lector veterano conoce y el neófito no quiere saber.
Tercero - Distorsión de la realidad en lugar de Opinión/Objetividad: Esto tiene muchos nombres; propaganda, apología, ciencia-ficción...a elegir. Si no tenemos cuidado podemos acabar mezclando una impresión nuestra con hechos objetivos, provocando que el lector; a) se confunda b) descubra que no tenemos ni idea de lo que hablamos. No debería darse nunca, ya que se supone que los textos deben ser redactados por profesionales del medio y de las letras, y no por hooligans, pero en ocasiones la barrera entre unos y otros puede resultar difusa. Que esto dote en pequeñas dosis de cierto colorido los artículos, no es malo, pero en raciones puede acabar en un universo paralelo en el que las leyes físicas y la historia se han deformado a gusto del redactor.
Y bueno, hasta aquí estos párrafos, con un kit de ayuda de lo más básico que nadie ha pedido.
Tampoco pretendo revolucionar el medio diciendo esto, vaya
Hay que partir del hecho de que hay teóricos muchísimo mejor preparados que yo, algunos de ellos en este mismo foro. Un caso claro sería el de
Celes, que por lo que le tengo leído, podría hacer y escribir básicamente sobre lo que le saliera del nibelungo, con una rigurosidad y academicismo a prueba de balas. Pero es una de las excepciones. El
Sr. Fernández, que comentaba, es otra.
Pero más allá de su utilidad, pues bueno, aquí queda esta reflexión sobre los prólogos modernos, especialmente en esta linea, Marvel Gold, que parece que no siempre termina de convencer en este aspecto.
Sobre el arte de escribir textos, por supuesto, luego habría que hablar de herramientas y aptitudes, como son la documentación, bibliografía, citar correctamente si se aprovecha algo de alguien (por desgracia no se suele hacer), el estilo, la calidad de redacción, estructura del texto, encabezados, impacto, etc, etc. Aún con las bases presentes, no todos sabemos escribir o redactar correctamente.
Pero en resumen, me parecen unas pautas muy sencillas de seguir, y que todos deberíamos compartir.
Al final, todos salimos ganando; lector, editorial y articulista.
PD: Hará cerca de 2 o 3 años que no escribo un tocho así en un post. Qué tiempos aquellos.