Te doy mis ojos, de Iciar Bollain. Duro y descarnado retrato de lo que conlleva la violencia de género, el maltrato físico y psicológico, de un hombre hacia su esposa. Me ha gustado pero he sufrido viéndola, la potencia de algunas escenas que Bollaín presenta llegan a afectar. Sin duda buena película. Puedes acabar odiando mucho a Luis Tosar como efecto secundario, no porque haga mal su papel sino porque lo hace muy bien.
Mi noche con Maud, de Eric Rohmer. Vuelvo a la famosa nouvelle vague pero esta vez con un director que no conocía hasta el momento (no conocía su cine, si su nombre). La historia es sencilla, que no simple. Va de romances y de que quiere o no quiere el ser humano, de tener dudas existenciales y de ser capaz de cumplir con los principios morales que dices tener. Muy minimalista, personajes interesantes, mucha (pero mucha) filosofia y algún plano genial como el plano secuencia del coche que sigue a la moto. Muy recomendable para fans de esta corriente del cine francés. Marie-Christine Barrault en el papel de Maud me ha conquistado, yo estoy in love. Empiezo a pensar que no hay actrices que no sean extremadamente atractivas en el cine francés, así en general. Al menos no me las he encontrado aún.