¿Sabéis esas veces en las que Essex lee un tebeo de los años 60, por ejemplo, y automáticamente viene aquí a decir que es un tebeo para niños, que el tono es una chorrada y que esas situaciones están requetevistas y entonces yo le respondo que hay que contextualizar el tebeo, que la sociedad americana en los 60 era así, que los cómics en los 60 eran asá y que aunque ahora parezcan muy vistas esas situaciones nunca se habían escrito antes?
Pues eso es lo que tiene que hacer la introducción: poner en contexto, preparar al lector para lo que va a leer.
Pero vaya, que si hay que explicar estas cosas...