Buena reseña,
Unocualquiera Voy a ser sincero: al margen de la importancia histórica de ver aparecer al Duende Verde por primera vez (y en escoba, nada de aerodeslizadores
), me parece una historia malilla. Muy divertida, sí, pero el plan del duende es excesivamente alambicado para lo que luego resulta ser la ejecución. Una emboscada hubiera sido suficiente
También pasa que
Los Forzadores son un grupo de villanos muy desfasadete, especialmente ese Dan pequeñito y judoka entrajado, cuyos movimientos me parecen algo grijanders y se me antojan un poco chiquito de la calzada
Además, Stan se ve que no andaba muy fecundo de ideas teniendo en cuenta que el argumento de la producción cinematográfica-trampa ya salió en un número anterior de los 4F. Muerte por celuloide
No puedo evitar pensar que quizá Stan Lee tenía una especie de amor-odio por el cine, teniendo en cuenta que quiso ser siempre alguien destacado en el séptimo arte. Aunque esto es solo un pensamiento espontáneo, no tengo ninguna razón particular para deducir esto del guion, cuyo argumento, no se olvide, quizá corrió a cargo de Ditko, aún no acreditado debidamente.
Más pensamientos random: me encanta esa manera de presentar nuevos poderes tan ingenua. En este caso, como puede verse en una de las capturas de la reseña, Spidey inaugura su super... expansión pectoral!!!
No es moco de pavo, ojo, ya que logra desatarse en un sístole-diástole.
La parte más emocionante del número está en la pelea contra Hulk. La sensación de dramatismo y de invencibilidad de Hulk está muy lograda, hasta el punto de que el bueno de Spidey comprende pronto que solo a base de argucias podrá escapar de él (que no derrotarle). Tenemos un combate que me parece muy dinámico, donde Ditko muestra una gran capacidad para presentar a los personajes moviéndose entre diferentes partes de la cueva, como una especie de juego de ratón y gato, donde el duende y los forzadores no solo no estorban la acción sino que hacen más interesante un combate a tres bandas.
Debo decir que me encanta cómo Spidey va cazando cual Ella-la-Araña a los Forzadores, con un punto que sería siniestro de no ser por la atmósfera naif del cómic.
Quizá no son historias muy buenas, pero las disfruto como un gorrino en una charca