Ya por fin con tiempo para leer mi amado OG de la Patrulla-X, tenemos unas cuantas buenas historias en su comienzo:
-Uncanny X-Men 159: Un Sienki aún verde, demasiado tangible para mi gusto, que no obstante ya daba alguna muestra de su futuro estilo. Siempre me ha parecido una historia más bien menor y algo precipitada (el ataque de Dracula es demasiado fortuito y poco explicado, en favor de la intriga), que sin embargo daría una gran historia, para mí gusto de nuevo, muy superior, como es la del annual 6 en el que volvería el villano. Entre los cambios, este Dracula me resulta más plano y simple. El del annual en cambio, tiene un código de honor y una conducta más compleja. Además, seguimos para bingo con la mala costumbre de Ororo para atraer a villanos reales y majestuosos, un etc tan largo, que abarca desde las antesalas de Latveria a las tierras guerreras de Arkon. Y lo gracioso es que Claremont nunca se ha olvidado de ello, y hasta con Khan dio por culo en su día. Lo que tienen las diosas. En fin. Al respecto de Bill, mi página favorita es esta:
-Uncanny X-Men 160: Otra de esas historias que me gustan más por la situación que arrojan (el interés en un personaje como Illyana y la magnífica miniserie de Magik),que por el número en sí. La interacción con Belasco y los dobles no es mala, pero también hay cierta arbitrariedad y prisa en el comienzo de la historia, que sin embargo, coge un buen ritmo rápidamente. Brent Anderson, quien por entonces ya estaba trabajando en la celebérrima Dios ama, el hombre mata, se encarga de los lápices de este número, lo que supone un valor añadido a unos números repletos de buenos artistas. Yo me quedo con Smith entre todos, no obstante. Lo mejor sin duda es poner a un villano como Belasco en la órbita mutante. Siempre me ha gustado. Casi tanto como Mephisto.
-Uncanny X-Men 161: Aquí llega lo bueno, y es que este es uno de mis números favoritos de esta pequeña etapa pre-Smith. Además de ser increíblemente relevante por esa retrocontinuidad (antes también existía, solo que se hacía mejor) en la relación entre Magnus y Charles, supuso la primera de una serie de historias que se repetirían una y otra vez a lo largo de los años. Tendríamos un eco claro en La búsqueda de Legión, con Kubert emulando a Cockrum, en una revisión de estas escenas, además de una continuación en el mes flashback durante la Marvelution, que viene a demostrar que entre Xavier y Magneto, siempre hay un ideal y una pazguata. Se llame Amelia, Moira, o Gab.
Me gusta mucho la versión de Magnus, algo suave quizás, pero bien perfilada, y este Xavier tan taimado y tal que es puro calvo.
Además, da comienzo a la Saga del Nido, que son palabras mayores, la cual comenzará propiamente dicha en el siguiente número.
Ni que decir tiene que lo mejor del tomo aún está por llegar.
Por cierto; sintiéndolo mucho me sobra la extensa intro de Raimon. Datos que ya conoce hasta mi abuela, siempre los mismos, masticando los números que el lector ya leerá por sí mismo unas pocas páginas más adelante. No digo que tenga que inventarse las cosas, pero al menos podría cambiar el enfoque. Un artículo puede tener muchas caras y estilos, aunque lo que trate esté más manido que el auricular de una cabina.