Si hay algo que yo entienda como gracioso/divertido/curioso, en cualquier ámbito profesional de aspecto creativo que pueda ofrecer un campo como es el de la edición, son los cambios de criterio en un corto espacio de tiempo.
Últimamente hemos visto algunos (creo que fue el presi el que dijo aquello de la traducción en los OG), y hoy me he encontrado otro, de lo más divertido, en el OG de Puño de Hierro:
En él, Raimon Fonseca nos dice, en el artículo que presenta el tomo, que en esta edición se ha subsanado el desliz de escribir Rand cuando debería rezar Meachum en el Marvel Premier #15.
A mí no me parece mal, y de hecho creo que es lo más lógico y razonable del mundo, pero no ha dejado de hacerme gracia que hace tan solo unos meses, editorialmente se defendiera la inclusión y conservación de los "Peter Palmer y Superman" de los OG arácnidos, como algo gracioso, un pequeño guiño al aficionado y homenaje a la mala memoria de Stan.
Algo, para lo que algunos, insistimos en que hubiera bastado con una mención en el artículo de introducción (que ya había), o un sencillo pie de página.
Resulta curioso cuanto menos, que solo unos meses después, en el presente tomo de Puño de Hierro, se haya optado por cambiar el desliz, comulgando con la opinión que algunos expresamos al respecto en su momento.
Dicho lo cual, y viendo que para mí al menos los dos casos son completamente iguales (el guionista comete un desliz en un lapsus), si bien rectificar es de sabios, yo aconsejaría una de dos profesionalmente hablando:
-O bien no se defienden de manera demasiado vehemente esos errores que el lector resalta.
-O bien no se cambia de criterio de un tomo a otro.
Una de las dos.
Porque no está mal rectificar un error, ni es extraño mantenerse en una postura cuando uno cree que hace lo correcto, pero la mezcla de ambas situaciones, resulta un tanto...contradictoria. El efecto, sabiendo ambos casos y su explicación, en el lector, al coger un tomo y otro con apenas unos meses de diferencia en su publicación, y comprobar el "ahora sí, ahora no", es cuanto menos, eso, divertido.
Uniformidad de criterio, en la medida de lo posible. Alivia muchos males. Entre ellos la sensación de que se está jugando a la ruleta.

No es que sea una queja, pero si me ha parecido algo a resaltar como para comentarlo.
