Hace un tiempo Moore dijo algo así como que el cine superheroico estaba empezando a convertirse en un culto preocupante que incluso podía ser muy a menudo precursor del fascismo. Obviamente yo no estoy de acuerdo con esa afirmación como tal, pues estaba siendo irónico. Pero lo que sí es curioso es la postura de Disney y de Marvel Studios a la hora de tomar decisiones con respecto a personajes, dándole máxima importancia a determinados colectivos e incluso transmutando una cosa en otra que nada tenía que ver con su origen en el cómic. Pongo varios ejemplos.
-Cambiar el origen de Namor de cabo a rabo.
-Transformar las razas de algunos personajes secundarios del cómic porque sí en determinadas producciones (como Spiderman): Flash un chico guatemalteco, Ned un chico filipino, M.J. una chica negra. Miedo me da lo que hagan con quienes están por venir como lleva tiempo hablándose... (Hannibal King, Magneto, Charles Xavier, Reed Richards...)
-Ahondar en los gustos personales y sexuales de algunos superhéroes y de sus familiares porque sí. Aquí no digo ejemplos por si cometo el error de soltar un spoiler. Quien haya visto todas las pelis y series, me entenderá.
Es como si estos estudios hubieran adoptado desde hace unos cuantos años una política no solamente contraria, sino enemiga acérrima de los ideales W.A.S.P. que tanto caracterizaron a los héroes del cómic, la literatura y el cine en décadas pasadas. Yo no digo que cambies el color de piel de Luke Cage, de Blade, de Misty Knight, de Pantera Negra o de las Dora Milaje, sólo faltaba, pero creo que destruir algo que ya es tradicional o reconvertirlo en otra cosa que nada tiene que ver, a mí personalmente no me parece bien y puede dar lugar a confusión, además hacerlo de esa manera tan forzada, es como si fuera una política totalitaria. Ya me extrañó mucho que Idris Elba fuera el escogido en su día para hacer de Heimdall (tengamos en cuenta de donde sale el personaje y sus leyendas, afincadas en leyendas europeas y por ende en personas de piel blanca) y sin embargo, creo que hizo un papel de lo más correcto.
Sumado eso a los malos guiones, no hacen buenas películas, sino más bien todo lo opuesto.
En definitiva, creo que en general están tomando decisiones perjudiciales para ellos. Y me parece que en el fondo, un poquito de razón con respecto al pensamiento de los mandamases de turno (Kevin Feige, Amy Pascal, Sarah Halley Finn, etc..), el viejo Moore si que tiene. ¿No es chocante que la última palabra la tengan blancos y no haya ningún negro o ningún chino entre los mentados como cabeza pensante de los estudios pese a lo que se está haciendo con la inclusividad? Ahí dejo el asunto