He disfrutado bastante leyendo este hilo
Y me gusta cómo está planteado, porque no son los 20 mejores juegos blablabla... sino los 20 juegos de tu vida, que como tema es mucho mejor que ponerse de acuerdo sobre cuáles son los mejores. Yo he estado recapitulando sobre 20 juegos y la verdad es que ha sido difícil elegir, aunque soy un señor ya muy antiguo y eso influye en mis opciones. Dicho esto, aquí dejo mi lista, y espero que más gente que no participara entonces se anime ahora. El tochazo que acecha, sin embargo, es muy cruel. Lo siento. El podio diría que está en orden, el resto conforme se me iba viniendo a la cabeza.
1. Ghost n’ Goblins
El juego de recreativas que más he jugado con toda seguridad. Durante algunos años, mis padres regentaron un bar en el que tenían una recreativa. La placa del juego iba cambiando cada cierto tiempo, así que hubo un verdadero desfile de juegos, unos más buenos, otros más malos. No creo que exagere si dijese que hubo unos treinta o cuarenta juegos en aquella recreativa. Pero ninguno como este. Un juego corto, altamente disfrutable y que, a día de hoy, todavía no logré pasarme. Como nota curiosa, Astaroth, el demonio final al que solo podías matar con el crucifijo (que era una porquería como arma, de ahí la dificultad), era llamado por nosotros “El Venger”, a falta de otro nombre, ya que se le buscaba parecido (no maten al mensajero, por favor), con el malvado principal de la serie de dibujos animados “Dragones y Mazmorras”. Hace poco pude jugar este juego en un emulador para PSP, y no ha perdido su toque con el paso del tiempo. Por supuesto, sigo sin pasármelo, pero no me importa. Curiosamente, para un juego que me envició tanto, y se llevó mis buenas monedas de cinco duros, nunca me interesó lo más mínimo ninguna de sus secuelas, que también pulularon por las recreativas de mi época.
Plataformas en que lo jugué: recreativas y (muuuucho más tarde) PSP.
2. Age of Empires II.
¡Hora de la estrategia! Un juego ligado indisolublemente a la llegada de los modernos PCs a mi casa. Madre mía, ¿cuántas horas pasaría pegado a la pantalla, aprendiendo Historia, construyendo civilizaciones, o destruyendo las de mis contrincantes? Sus fallos de I.A. (¡ese lancero solitario que te destruía los muros a lanzada limpia jajaja!) casi le hace tener más encanto. Pero si tengo que escoger un momento de todo ello, no hay nada que supere ver cómo se transformaba tu ciudad cuando cambiabas de Era. Después de probar las mieles del II, el I me pareció incompleto y feo, y el tercero demasiado alambicado para poder disfrutarlo. Por algo será que el AOEII ha vuelto por todo lo alto y en la actualidad disfruta de una comunidad de jugadores on-line muy entregada.
Plataformas en que lo jugué: PC.3. Kingdom Hearts.
Una maravillosa historia que solo superficialmente está destinada para el público infantil. En el trasfondo aparecen temáticas como la amistad, el paso del tiempo y la nostalgia, de una manera que solo parecen contar tan bien los japoneses. Todo ello nos depara una historia preciosa, con su dosis de ñoñería, como debe ser, sumada a una muy buena jugabilidad, malos surrealistas y combates épicos. La historia de cualquiera de sus secuelas que llevo jugadas hasta ahora (hasta Birth By Sleep inclusive, por orden de salida) me parecen joyitas bastante emotivas todas pero, por alguna razón, me quedo con la primera entrega, por más que perciba que el KH 2 es el mejor. La jugabilidad de la segunda parte me pareció demasiado compleja para entenderla bien, de forma que al final iba con el piloto automático, matando enemigos. Por eso me quedo con la primera entrega. Eso sí, imposible, hasta la fecha, toserle a Sephirot, con el que duro unos quince segundos. Y, finalmente, pero no menos importante, este juego está en el podio por dos razones adicionales: que lo he jugado con mis peques y ha sido todo muy emocionante y se redimensiona mucho la historia y cómo la vives; y, en segundo lugar, que tiene una banda sonora absolutamente mágica. Cuando realmente piensas que molaría irte a vivir a La Isla del Destino o a Villa Crepúsculo, es que el juego ha hecho mella en ti.
Plataformas en que lo jugué: PS2 y PS3. (Birth by Sleep también en PSP).4. Pinball de Microsoft XP.
El juegazo que más absentismo laboral provocó, prbablemente con permiso del célebre solitario. Siempre me molaron los pinballs (en mi entorno lo llamábamos “flippers” y nunca he sabido por qué). En algún salón recreativo había catado algún Pinball Arcade que llamó mi atención (como decía el Rosendo, nuestro ilustre napias de Carabanchel, “hiciste en los billares la primera comunión”
), pero nada me enganchó tanto hasta la llegada del Pinball que venía por defecto en el Windows XP. Horas de diversión garantizada y piques por superar los crecientes niveles de dificultad esperan en este simple y alucinante juego. De los que dejaron huella indeleble. Entiendo que lo quitaran para aumentar la productividad laboral, pero joder, cómo molaba ese pinball.
Plataformas en que lo jugué: PC5. Pes 2005.
El juego que a muchos nos hizo maestros liendre del fútbol, diseñando estrategias, haciendo de entrenadores a la par que mánagers, y permitiéndonos incluso el atrevimiento de que las cosas que aprendíamos en el PES las trasladáramos al debate del fútbol real (aunque obviamente no decíamos cuál era la fuente de nuestra sabiduría jajaja). Grandes momentos recuerdo del PES, tanto del 5 como del 6, aunque no fueron los únicos que caté. Pero elijo el 5 porque fue mi punto de entrada en los simuladores fumboleros de Play Station. Aunque ya conocía unos pocos de recreativa, lo del PES era, a todos los efectos, como “ver un partido de verdad en la tele”. Juego asociado a noches borrachas con los colegas, picándonos a muerte con amistosos y partiéndonos el culo. El “casual” socializador por antonomasia de mi biografía gamer (que apesta bastante, lo sé).
Plataformas en que lo jugué: PS26. King of Dragons
Otro de esos juegos de recreativa absolutamente míticos. Un juego de fantasía épica medieval que reunía lo mejor de los tópicos del género. Podías escoger a un enano, un elfo, un guerrero, un mago o un clérigo. Y te enfrentabas a orcos, duendes, dragones y toda la parafernalia salida de cualquier historia de las Crónicas de la Dragonlance. Daba un subidón enorme. Y tenía algo bueno que es imposible que se capte por los jugadores de hoy a la primera: con cinco duros cundía un montón. No era un juego difícil y tenías garantizado un buen rato de diversión, diversión que no compartía el dueño de las recreativas, por supuesto.
Plataformas en que lo jugué: Recreativas y en emuladores luego, en PSP, aunque perdía mucho encanto.7. Baldur’s Gate: Dark Alliance I.
Yo llegué tarde a los famosos juegos de D&D, pero me desquité con este juegazo de PS2. Jugando a dobles siempre con el mismo compañero, me harté de registrar pasadizos y mazmorras, como si mi HeroQuest hubiera cobrado vida. Aunque no era un juego muy difícil, sí que era, para entendernos, puñetero. La segunda entrega de Dark Alliance tenía una ambientación todavía más rolera, con gremios y la hostia, pero por importancia en mi vida jugona, me quedo con la primera parte. Creo que este juego no tiene demasiada aceptación en la comunidad D&D (o esa impresión me da), tal vez por la gran fama que tenían las versiones previas de PC, que no he catado.
Plataformas en que lo jugué: PS2.8. Sacred.
Otro juego más de fantasía épica medieval, con un mapa absolutamente gigantesco e imposible de completar. Aunque me lo pasé entero, conforme avanzabas se hacía repetido, y la complejidad de las capas de la historia que se iban desvelando no estaba aprovechada precisamente por la razón de que el juego perdía a medida que subías mucho de nivel. Con todo y con eso, es uno de esos juegos escapistas que mejor me hicieron sentir la impresión de estar ante otro mundo, con montones de sitios que visitar y enemigos que combatir. Es además un juego con mucha interacción con PNJs y algunos pasajes de música, así como los cambios de tiempo/estación, molaban mucho para su época. Nunca me cansaré de pasearme por Bellevue, Sivler Creek o el Castillo del Cuervo, pero es improbable que quiera completarlo otra vez. De hecho cuando salió la expansión no le hice ni caso.
Plataformas en que lo jugué: PC.9. Final Fight.
Juego de macarrismo callejero, idóneo para explorar los bajos fondos de Metro City, paradigma de cualquier ciudad americana en los 80/90. Desorden en las calles, graffitti y un ejército de yonquis y prostitutas a tu encuentro para machacarlos al modo “soy Frank Miller, pero todavía no lo sé porque no he leído a Frank Miller”. La pantalla del metro me gustaba especialmente. Curioso lo de que algunos enemigos estándar se llamaran Slash y Axl, como los componentes de los GNR. A complementar con la peli de Harry el Sucio y La Lista Negra, que se sacó solo un año antes de este videojuego y salía “Welcome to the Jungle” de GNR y los propios músicos haciendo cameos. Pero lo que molaba, lo que de verdad molaba, era escoger a Haggar y hacer el molinete o abatir a tus enemigos a golpes de tubería. Y podría haber puesto el Double Dragon, que es mucho más conocido, o Renegade, por ejemplo, pero es que este para mí era superior. Para no repetirme, no pondré otro clásico de recreativas que he sufrido dejándolo fuera: Captain Comando.
Plataformas en que lo jugué: recreativas.10. Street Fighter II/II’.
Otro de los juegos de recreativas que más me pulí en mis años mozos. Reconozcámoslo: no era difícil pasárselo, o bien yo tenía mucho vicio, porque me pasé el juego con casi todos los personajes. El juego de peleítas por excelencia para mí, cómo molaba partirte la cara con tus oponentes, y la bola de poder de RYU era lo más mejor.
Plataformas en que lo jugué: recreativas.11. Tetris.
¿Es un clásico, no? Era el juego que siempre estaba en el banquillo en las recreativas. Cuando no había nada chulo que jugar o estabas esperando mucha cola, te echabas el típico tetris, y la sensación siempre era la misma: “este juego engancha más de lo que parece”.
Plataformas en que lo jugué: Recreativas.12. Lumines.
Habiendo puesto el Tetris, todos los demás juegos por el estilo deberían rendirle pleitesía, pero es que Lumines tenía algo especial: absurdamente adictivo y donde quizás los cambios de las piezas tenían todavía más chicha que en el Tetris. La banda sonora no la soporto porque no es mi estilo, aunque he leído que tiene muy buena reputación.
Plataformas en que lo jugué: PSP.13. Crime Fighters.
Véase lo dicho en Final Fight, solo con la peculiaridad de que podías pegar a tu compañero y muchas partidas acababan con piques y los jugadores zurrándose entre ellos. Qué me he reído con estas anécdotas
. Y que era un juegazo, donde podías darle caña hasta con cuatro jugadores, por más que se liara un maremágnum de hostias y hordas de enemigos. Pensé poner solo uno de esos beat’em up callejeros, pero es que jugué a muchos, y este no podía quedarse fuera. De verdad.
Plataformas en que lo jugué: Recreativas.14. Klonoa 2: Lunatea’s Veil.
No soy muy de plataformas pero este juego lo tiene todo. Divertido a rabiar, no demasiado difícil de pasar pero con algún puzzle más o menos complejo a ratos que te tiene cavilando un tiempo. La historia de fondo es una chorrada muy grande, pero tiene su chicha, y le acababas cogiendo cariño a los personajes. Quizá lo primero que me viene a la mente con este juego es “diversión”.
Plataformas en que lo jugué: PS2.15. Gta 2: San Andreas.
El sandbox perfecto para dar rienda suelta a tus instintos más bajos. Por mucha historia que tuviera el juego detrás (y eso que era interesante), la sal de este juego estaba en pegar a la gente, robar un autobús y conducirlo y estamparlo contra algo, mientras esquivabas como podías a la policía. Su violencia era no solo realista, sino creíble (que no es exactamente lo mismo), así que me repugnaba a la par que me atraía. Quizá por eso nunca estuve interesado en sus secuelas, pero no hace mucho que probé el GTA 5 en PS4, y sigue siendo todo un “anger management” reventar cabezas y hacer explotar coches de policía armado con un lanzamisiles. Definitivamente tengo una relación de amor-odio con GTA, pero como ser, fue un juego de mi vida sin lugar a dudas.
Plataformas en que lo jugué: PS216. Las Tres Luces de Glaurung.
Sin haber sido algo intencionado, me alegro de que en esta lista haya habido un huequecito para un desarrollador español, como fue el caso de Erbe Software. Para qué mentir, un juego al que, por más que me sacara horas y horas de entretenimiento, no parecía pillarle el punto y estoy seguro de que, aunque llegué bastante lejos con él, no conseguí pasármelo. Lo recuerdo con mucho cariño, aunque no sé qué tal le sentaría la rejugabilidad. Me da la impresión de que es mejor conservar los buenos recuerdos que tengo de él y no tocar esto jajajaja.
Qué recuerdos:
https://www.youtube.com/watch?v=AcM7DwHwdVUPlataformas en que lo jugué: AMSTRAD CPC17. Barbarian.
Otro juego con el que pasé horas y horas por lo adictivo que era su sistema de peleas, simple pero efectivo. Y eso que solo tenía la demo, al no ser que me haya inventado este recuerdo, pero juraría que así fue. La sosería predominante del juego la rellenaba yo con mi prolífica imaginación. El movimiento giratorio corta cabezas de los personajes era lo más mítico. Creo que en su momento nadie podría haberme ganado en una pelea. Y lo que es más, muy probablemente mi contrincante hubiera acabado con la cabeza en el suelo. Casi lloro de emosión viendo esto:
https://www.youtube.com/watch?v=C4Ii_YfJNvwPlataformas en que lo jugué: AMSTRAD CPC18. Return to the Castle of Wolfenstein.
Un clásico “moderno” que disfruté como un enano. A ratos, casi me parecía más un juego de terror que otra cosa. Lo que empezaba como una misión militar en un castillo nazi acabó siendo muy muy oscuro y daba mal rollito. El problema era el mismo que tenía el Quake… al rato de jugar daba dolor de olla.
Plataformas en que lo jugué: PC19. Quake 3 Arena.
Qué de buenos momentos he pasado con este shooter, de ambiente particularmente opresivo. Aunque ni mucho menos fue mi primer shooter, con él sí que experimenté por vez primera la adrenalina del peligro, ese riesgo de que alguien te achechara por detrás y te corriera a balazos. Tu vida no valía nada en medio de tanta balacera, y aunque mareaba la hostia y la estrategia de combate no tenía nada que ver con los famosos Call of Duty, fue y será siempre mi shooter predilecto.
Plataformas en que lo jugué: PC20. La maquinita de matar murciélagos. Imposible acordarme ahora del nombre del juego. Se trataba de una de esas maquinitas presumiblemente construidas a imagen y semejanza de las Game & Watch, en la que solo venía un juego, en este caso más simple que el mecanismo de un chupete, y que consistía en matar murciélagos, con un nivel creciente de dificultad que podía volverte realmente frenético. Cuál fue mi decepción al comprobar que, después de alcanzar unos cuantos miles de puntos, la consola se reiniciaba y empezabas otra vez desde el principio, sin la típica pantalla de “Bien hecho, has librado al mundo de murciélagos”. Estaría muy agradecido si alguien más sufrió y/o disfrutó el juego y pudiera decirme cuál es. Fue otro de los que más jugué en mi vida, vaya vicio que le tenía, y eso que tenía muy poca historia.
Plataformas en que lo jugué: maquinita no identificada.Bonus track:21. Syberia II
Nos vamos a la nieve, buscando quimeras de la mano de esta sensacional aventura gráfica. Muy buena para su época, es todo un viaje a la fantasía, aunque algunos de los enigmas que plantea son tan difíciles que te dan ganas de estrellar el mando contra algo. Hace poco escuché que la tercera parte llegará a PS4. Tiene que ser una maravilla gráfica.
Plataformas en que lo jugué: PS2Y me dejo Soul Calibur III, Vendetta, Daxter para PSP, el arcade de Las Tortugas Ninja, Bomb Jack, Pac-Man… los Jak & Daxter de PS2, Ratchet & Clarck, Sonic, Sunset Riders… joder es que no me caben todos.
Si has llegado hasta aquí gracias