He leído Mapache Cohete Nº 1-6.
La verdad es que no ha estado mal del todo. Es decir, no esperaba gran cosa de Scottie Young como autor completo, pero creo que ofrece una lectura al menos divertida y con muchas dosis de humor. Es curioso que el autor defina su obra como una Space Opera, sin demasiada opera, porque yo lo veo más como una serie de aventuras y humor con mucha ciencia ficción que bebe de clásicos como Star Wars, además de colar diferentes guiños a series de televisión y películas con alguna cita, o la escena del interrogatorio del segundo número recordando a la primera temporada de True Detective. Gráficamente me parece una serie muy chula, destacando una narrativa fresca y muy arriesgada, como durante la fura del planeta prisión, entre otras. Desde luego, es un arranque de colección muy divertido, habrá que ver si mantiene le ritmo durante muchos números o se acaba desinflando poco a poco, a tenor de los últimos comentarios de este hilo.
Como decía, la clave de humor es la principal característica, algo que queda meridianamente claro desde el especial del cómic gratis, así como el tono aventurero en el que se desarrollan las aventuras en solitario del personaje, aunque realmente nunca esté solo del todo. Esto es debido a la presencia casi constante de Groo, su compañero del alma con un vocabulario algo reducido, esquema que se repite con otros compañeros de aventuras, ofreciendo, a mi modo de ver, una repetición de esquemas básico en ese aspecto. Por otro lado, me ha gustado como el autor rescata uno de los temas recurrentes que han rodeado a Cohete desde su creación: la posibilidad de que no esté solo en el Universo. Aunque debo decir que el giro final del primer arco me desilusionó en ese aspecto, acto seguido da otro giro de timón para mostrarnos una escena que abre las puertas a un sinfín de posibilidades a explorar, que espero que no caiga en el olvido y no sea una estratagema trampa, como el argumento central de la primera historia.
La historia del cómic gratis ofrece una historia en la que podemos ver a Cohete como un rescatador de princesas para, acto seguido, comenzar su serie regular cambiando su estatus de héroe por el de prófugo, acusado de una serie de asesinatos cometidos por alguien que parece tener su aspecto, pero que no es él. En una constante huida de las autoridades, así como de un violento grupo de novias despechadas, al que casi podríamos denominar el "club de las princesas asesinas", nuestro protagonista se embarca en la búsqueda del misterioso asesino junto a su inseparable amigo Groo, además de otros aliados de dudosa reputación y de lo más variopinto. Su pasión por las armas, las compañías peligrosas y la búsqueda de la verdad le llevaran a verse cara a cara con un viejo enemigo, aunque la resolución del misterio deja en el aire varias cuestiones como la procedencia del libro que podría explicar su origen y el de las criaturas del Cuadrante Piedra Angular; quizá el tema más interesante que rodea al personaje y que diría que está pendiente desde la miniserie de Mantlo y Mignola, nada menos. Young parecía dispuesto a coger el toro por los cuernos, pero por el momento no ha sido así, por desgracia. Una pena, porque si le sale bien la jugada, la existencia de esta serie podría tener un mayor sentido, ya que profundizaría en los orígenes del personaje, una historia que creo que merece la pena contar y nada mejor que una serie regular para hacerlo. Veremos si realmente son capaces de acometer el reto, o todo se queda en un proyecto más con e simple propósito de que se luzca un autor.
Tras la primera línea argumental de cuatro números, tenemos un fill-in escrito por Young y dibujado por un amigo que prácticamente copia su estilo en una historia que recupera un poco el espíritu del mes sin diálogos, ofreciendo un relato de una antigua aventura de Cohete y Groot, narrada por este último. Groot no se caracteriza por su verborrea precisamente, aunque todo tenga sentido según el contexto, lo cual resulta en algunos momentos un poco pesado, la verdad. No obstante, el arte de Jake Parker está a la altura de las circunstancias, demostrando ser un magnífico narrador, y soportado el gran peso de un argumento con estas características tan especiales. No está nada mal y me ha gustado el resultado final.
Finalmente, tenemos un número autoconclusivo, en el que Young vuelve a permanecer en la faceta de guionista, mientras que Jake Parker repite la experiencia, o al menos eso pone en los créditos. No he mirado por Internet si hay algún error al respecto y Julián no dice nada en el Spot On, lo cual es bastante extraño, sobre el relevo gráfico de la serie. La historia se centra en una aventura que nos lleve a comprender como Cohete se gana la vida como mercenario, además de devolvernos escenarios como Sapiencial o a un viejo conocido, Cosmo. El problema del léxico de los aliados de Cohete creo que es más que palpable en esta historia. En definitiva, otro número marcado por el humor, la acción y la ciencia ficción, géneros predominantes en esta cabecera que, de momento, ofrece aquello que prometía. Quizá el reto resida en que mantener esa línea de diversión sin repetir demasiado los esquemas y seguir ofreciendo un producto mínimamente entretenido.