He leído Las crónicas de Groo Nº 2.
Con este volumen concluimos la recuperación de historias de Groo previas a su etapa en la línea Epic de Marvel, donde volvemos a disfrutar de las andanzas de este bárbaro de la mano de Sergio Aragonés y Mark Evanier. Uno de los primeros signos de relevancia es ver como los autores comienzan a establecer una continuidad, de manera que, a pesar de ser historias más o menos autoconclusivas, hay una conexión entre ellas, continuando en el lugar y momento donde acaba la aventura anterior. Por otro lado, tenemos algunas de las primeras apariciones de secundarios de gran relevancia para el futuro como es el caso del mago Gravito, que protagonizara una auténtica pele entre brujos de la que Groo será un excepcional testigo. Continuaremos con las andanzas en solitario del Sabio, destacando una historia en concreto sobre la construcción de una presa que me recuerda a otro relato posterior de la serie regular, entonces con Groo como protagonista. Pero si hay una aparición de relevancia es la presentación de Chakaal, la guerrera por la que bebe los vientos nuestro entrañable protagonista, que no dudará en meterse en todo tipo de refriegas para ganarse su amor, con el esperado resultado final.
Aunque la mayor parte del material procede de la época final de Pacific Comics, tenemos un especial publicado en su momento por Eclipse, aunque la historia fue realizada en 1977 por Aragonés, donde vemos algunos aspectos diferenciados de la evolución posterior de Groo. El más evidente es el apartado gráfico, con un rostro un poco más estilizado y rudo. Además, el aspecto más destacable es la inteligencia de Groo, que sin llegar a ser un tipo muy listo, sí que utiliza la cabeza para planificar acciones, llegando a idear la construcción incluso de una serie de instrumentos musicales. Este aspecto se volvería a repetir en su segundo encuentro con Chakaal, participando activamente en el plan de ataque contra una ciudad nómada tirada por unos gigantescos reptiles. No obstante, dentro de la mutación constante que sufre el personaje en sus inicios, también ofrecería esa versión boba y descerebrada, con una escasa memoria, siendo engañado con facilidad por Taranto o en la historia de los furtivos, que es quizá la más próxima a la versión más reconocible de Groo. También veremos como suelta por primera vez una de sus célebres frases: ¿Habré errado? Otro aspecto interesante es ver como Groo comienza a ser reconocido y temido a partes iguales, debido a que bajo su presencia ocurren todo tipo de desastres, sobre todo hacia aquello que pretende ayudar o los que permanecen mucho tiempo a su lado. Esto, con el paso del tiempo, sería otra de las características fundamentales del personaje, sirviendo a los autores para muchos gags recurrentes durante su serie regular. De hecho, cuando realmente consigue el verdadero fin de la misión, como en el secuestro del príncipe, acaba siendo engañado para que no reciba su recompensa. El pobre, al final, es un tipo con muy mala suerte a veces.
Finalmente, el tomo cierra con la historia que explica el origen de las espadas de Groo, una historia que creo recordar se recuperaría un tiempo después, con ligeras modificaciones, aunque diría que no fueron muchas. Curiosamente, también repiten el pin-up de los viajes de Groo, recordemos que el personaje es una parodia de Conan el bárbaro, así como una página de bocetos. Una forma de rellenar páginas un poco extraña, la verdad. En definitiva, un tomo que sigue la línea de entretenimiento del anterior y que sirve para cerrar esa época oscura y algo desconocida de Groo, antes de saltar al estrellato. Una auténtica lástima que todo este material haya caído en el olvido, siendo muy complicado de conseguir, incluso en el mercado de segunda mano. Ojalá algún día se decida a recuperar tanto esto como la serie de Groo, para que muchos lectores puedan comprobar de primera mano que Groo solo hay uno y no se aceptan imitaciones. Aunque estoy seguro que nadie en su sano juicio querría imitarlo, pero nunca se sabe.