El cantor de jazz (1927): Una historia de los mas mediocre y un racismo exaltado en algunas escenas bastante notable (como no era raro en la época). ¿Por qué verla entonces cuando ya estaba prevenido de esto? porque esta película tiene el honor de ser la primera película sonora de la historia del cine, alguna vez tenía que caer.
Cuentos de Tokio (1953): Mi primera película de uno de los grandes nombres del cine japonés, Yasujiro Ozu. La película narra las vivencias de un par de abuelos que van de visita a Tokio a ver a sus hijos y familias respectivas, todo muy envuelto en esa fijación que tienen los japoneses con la familia, el respeto, el honor y todas esas cosas, dándonos diferentes formas de ser de cada hijo y viendo como la nuera viuda de uno de sus hijos es la que mas parece quererles. Sin embargo todo esto no es mas que una forma de contarnos en segundo plano como era el japón post segunda guerra mundial en un estilo que me ha recordado a los neorrealistas italianos. En resumen, es una película grandiosa y no apta para públicos no entrenados, es lenta y larga.