No se me ocurre mejor forma de iniciar este hilo que enlazando el fenomenal artículo de Bruno Orive que, además, sirve de prólogo al tomo al que vamos a dedicar nuestros comentarios.
http://www.paninicomics.es/web/guest/news?id=85841Si todavía nuestro compañero no os ha conseguido convencer, cosa que dudo bastante, permitidme que intente ayudaros un poco a tomar una decisión.
100% Marvel. Universo Marvel: Un mes de vida
A medida que iba leyendo el tomo, sobre todo el primer número, no podía dejar de acordarme de la magnífica serie de televisión "Breaking Bad". Al fin y al cabo, nuestro protagonista tiene un punto de partida similar a Walter White. Un hombre que se siente fracasado en la vida, poco valorado en su trabajo y que recibe la mala noticia de que tiene un cáncer, el cual le da una esperanza de vida de uno o dos meses como máximo. Incluso los primeros pasos de Dennis Sykes, van enfocados a la delincuencia, aunque por actos muchos más altruistas que la mencionada serie. Y es que aquí es donde se separan los caminos de ambos personajes de ficción, porque no hay que olvidarse que esto es una historia enmarcada dentro del Universo Marvel.
En este escenario tan especial y fantástico, Dennis no solo contraerá una enfermedad mortal, sino que con ella vendrá de regalo unos increíbles poderes con los que podrá alterar la materia. Y cómo un gran poder conlleva una gran responsabilidad, lo lógico es que en sus primeros pasos tenga la guía de cierto amistoso vecino arácnido. Esto, además, establece lazos de unión con hechos del pasado más remoto de la editorial, ya que la obtención de los poderes parece estar relacionado con la toma de contacto de unos desechos radioactivos, como si estuviésemos en plena década de los sesenta al más puro estilo de Stan Lee. Incluso vemos como el "accidente" está relacionado con un acto altruista y desinteresado como ayudar a alguien al que estaban atracando a punta de pistola.
A partir de momento, la vida de Dennis da un cambio radical, no solo por su enfermedad, sino porque comienza a relacionarse con Los 4 Fantásticos, con los cuales llega a colaborar para salvar al Universo de Ego, el planeta viviente. Pero a pesar de que la trama nos presenta la creación de un nuevo héroe, los diferentes autores no olvidan el verdadero drama humano que supone el motor de esta historia: los últimos días de alguien con cáncer.
Cabría destacar el maravilloso desarrollo de todos los personajes. Queda perfectamente reflejado el ambiente tenso que se vive en una familia donde las facturas se acumulan mientras uno de sus miembros está al borde de la muerte. Para colmo, tenemos la desgraciada vida de Kelly, la sobrina acogida por Dennis y su mujer tras la muerte de sus padres, cuyo estado emocional le impide asimilar todo lo que está sucediendo a su alrededor. De ese modo, al lo largo de las cinco entregas de la miniserie, Veremos como la tensa relación de Kelly con sus padres adoptivos va mutando hacia la comprensión y asimilación de todo lo sucedido, convirtiendo su experiencia en un punto de apoyo para la superación. Una magnífica historia humana, cargada de dramatismo y humanidad, que se mezcla con la fantasía del superhéroe al que su familia acaba adorando.
En definitiva, una maravillosa historia con una ingente carga sentimental, que nos deja una moraleja final llena de optimismo. Con la fe de que aún hay esperanza para el ser humano, no todo está perdido.
Esta historia, publicada en 2010, está magníficamente escrita por el equipo formado por Rick Remender, Rob Williams, Stuart Moore y John Ostrander. Perfectamente coordinados, cada uno explora los diferentes aspectos de toda la trama, desde el lado humano hasta la fantasía que no puede faltar en un universo de ficción como es el de Marvel. El apartado gráfico es más irregular, aunque ne líneas generales me parece bastante bueno. Quizá flaquea un poco el número dibujado por Koi Turnbull y Shawn Moll con trazos poco firmes, sin embargo, el resto de dibujantes, con diferentes estilos muy marcados, encajan mucho mejor y me han gustado más. Por destacar alguno, sería Andrea Mutti, en el primer número, o Graham Nolan en el tercero. Pero excepto el que comentaba antes, todos me han gustado mucho. Es curioso, porque a pesar de que no hay una cohesión gráfica esperada, este cambio de estilo constante no supone ningún obstáculo para el desarrollo de la historia, ni para su disfrute.
Espero haber aportado algo de luz a aquellos interesados en este tomo, que si se da el caso y acaban comprándolo, lo disfruten tanto como lo he hecho yo.
También espero leer vuestras impresiones en este hilo.