Por ponerle un pero (a la etapa, no al artículo):
-Me parece uno de los trabajos "Menos buenos" (así no digo flojo, porque no creo que lo sea, sino que el resto es francamente genial) de Roger Stern, por debajo de su Spiderman (quizás 8.5/10, de no diluirse en una etapa sin final) o sus Vengadores (la parte de ellos que he leído al menos).
-Políticamente me parece demasiado correcto y condescendiente, en el límite de lo que un lector como yo considera admisible. Es una etapa bastante moralista (sin caer en Gruenwald, por supuesto), que choca con lo que pido a una obra que trate temas así. Ese airecillo del Capitán Planeta al final de cada capítulo diciéndote que tienes que reciclar más. Hm. Me molesta, pero entiendo que no lo haga al gran público. Yo tengo una visión un poco más cínica (y quizás compleja) de la vida y del estrato político, aunque entiendo que en una obra de ficción como esta, tampoco se le pueda exigir mucho más que lo que da: una alegoría bienintencionada. Pero como digo, queda muy lejos de satisfacerme sus temas raciales, políticos, de clases o sexos, tratados a vuela pluma en apenas unos números. El rollo del sueño americano me molesta: Tanto coñazo con que si el sueño americano no es americano, que es otra cosa, global, humano y que acoge a todos. Bueno, ¿y entonces por qué coño lo llamas americano? ¿Por qué hay un solo país que da nombre a un sueño? Esto me recuerda horrores al tema del cristianismo: que sí, que muy bien, que tus valores son muy bonitos en el papel, y me parece genial que la gente se quiera y tal, pero coño, eso no es cristianismo. En todo caso es neoplatonismo, y para ser bueno no hay que ser cristiano. Aquí me pasa igual; lo que predica Steve me gusta, pero me jode en lo que viene envuelto ("no, que va, si es para todos...pero ven a misa").
En fin. Manías reflexivas de un tío que le da demasiadas vueltas a estas cosas, supongo. Pero en estos temas, me parece mucho más interesante Nocenti que Stern, por ejemplo.
-Lo de calcar la estructura de Spiderman no me acaba de convencer. Sí, ambos visten rojo y azul, pero eso no significa que sean iguales. Por esas, le hubieran dado una capa y una mansión y palante, a ver si funcionaba. Pero no. Cada héroe debe tener una mitología propia, reconocible, algo que le dé sentido. Si simplemente rellenas para dar riqueza a su universo, desnaturalizas el concepto. Y Steve Rogers, por guay que esté lo de la tarta de manzana y "Vivir entre los americanos para cogerle el pulso al país", no es esto. Es un héroe de guerra viejo y fuera de tiempo. No tu amistosos vecino el dibujante que tiene que cumplir fechas de entrega para poder llegar a fin de mes...oh, espera.
Creo que guionistas como Brubaker hacen una versión mucho mejor o más interesante, con un hombre fuera de su tiempo, prácticamente aislado y sin amigos ni vida social urbanita. La atmósfera es más desoladora y realista. Esto viene a ser lo de los grandes amigos de Spiderman; poner a vivir a Peter con Bobby Drake y Angela porque sí, porque mola. Ya, claro que mola.
Por todo ello, esta me parece una buena etapa, recomendable, divertida y muy fácil de leer, sin que sea la gran cosa. No es de los mejores tebeos de la editorial (me refiero al gran top), ni creo que sea la mejor versión del personaje. Pero yo soy raro. Prefiero la de Waid (y por supuesto la de Brubaker), pero es que hasta la aventura de la jungla antediluviana de Jurgens me mola bastante.
En fin, una etapita resultona y curiosa, que merece la pena leer de cuando en cuando.