No se puede negar que hay ciertos autores que, académicamente hablando, dibujan de pena.
No obstante, su estilo es espectacular, conectan con los lectores, suben las ventas y las editoriales se los rifan. Además, muchos de ellos siempre entregan a tiempo, con lo que para los editores son todo ventajas.
McFarlane, Larsen, Liefeld... vendieron como rosquillas porque nos gustaban. La mayoría fuimos renegando poco a poco de ellos conforme afinamos nuestro gusto lector, pero yo fui el primero que compré muchas cosas de esos autores, y muchas de ellas todavía las conservo.
No se puede negar que los McFarlane y compañía marcaron una época, y eso tiene su mérito. Serían malos, pero revolucionaron el mundo comiquil americano con su estilo de dibujo. ¡Nos encantaban!
Luego están los Larroca, Bagley, Ron Lim... gente que como digo conecta con el público con su estilo, entrega siempre puntual...
No serán grandes maestros, pero se ganan bien la vida dibujando. No tiene sentido compararlos con Neal Adams o Alex Raymond, no van de eso ni lo pretenden. Pretenden entretener, y muchas veces lo consiguen.
Tengamos en cuenta que la mayoría de los lectores no necesitan esa perfección académica, esa fidelidad a la anatomía. Lo que sí es más importante es tener una buena narrativa, ya que instintivamente si no te enteras de lo que pasa vas rechazando a ese dibujante.
Se me cae la baba con Alex Raymond, pero nunca me desagradará leer un tebeo de Mark Bagley.
Respecto a Milgrom, o los Nuevos Vengadores:
Cierto es que los Nuevos Vengadores conectaban con un público más infantil... pero luego te encontrabas historias como la del intento de suicidio de Hank Pym, o el episodio de la venganza de Pájaro Burlón sobre el Jinete Fantasma, que telita. ¡De infantiles nada! A mí de chaval me impresionaron mucho, y esa percepción se mantiene una vez releído. Y en esos números sí me atrevo a decir que Milgrom hizo el trabajo de su vida.
Claro, luego te encontrabas números de la Saga del Zodíaco, o de los hombres de Dóminus y te sale la media sonrisa, ¡pero qué falta hacen hoy en día tebeos así de accesibles a la chavalería!
El número de Hank está perfectamente narrado y dibujado. No me puedo imaginar ese número dibujado mejor por Neal Adams. Quiero decir, sí, seguro que lo hubiera dibujado mejor, pero dudo mucho que hubiera transmitido lo que logró Milgrom.
Y lo mismo para el número de Pájaro Burlón, esa atmósfera deprimente, obsesiva, desagradable y opresiva que planea por todo el número es cosa suya y sólo suya.
O sea que sí, en general Al Milgrom no era un buen dibujante, pero tenía su punto y su mérito, y a veces paría cosas que no serían "perfectas", pero eran perfectas para lo que necesitaba esa historia en concreto.