Ya, pero los comics no cuestan 100 o 200 millones de dólares hacerlos
Si se encadenan varios fracasos con personajes de medio pelo, pues...
Ahí está el asunto, que en cuestión de una pocas semanas o meses, todos se han subido al carro de Marvel y, de buenas a primeras, se han lanzado a expandir sus universos cinematográficos, tan felices ellos. El problema es que, a diferencia de Marvel, que ya lleva fraguando todo esto desde hace unos cuantos años, el resto parece pura improvisación y especulación sin una base sólida.
DC anuncia Flash, la Liga de la Justicia y demás con sólo una película realizada (Man of Steel), y tal es la prisa que les entra, que se ven obligados a introducir personajes del Universo DC a cascoporro en la que, en principio, iba a ser la segunda entrega del Hombre de Acero. Tal vez la franquicia mutante sea la única que sí tiene un cierto respaldo asegurado visto su currículum y toda la historia que tienen a sus espaldas, pero lo de Spiderman ya ha sido de traca: lanzarse a anunciar nada más y nada menos que dos spin-offs sin ni siquiera haber estrenado la segunda entrega, y teniendo en cuenta que la primera tampoco fue una maravilla (en el mercado internacional sí obtuvo buenos resultados, pero en el mercado doméstico no le fue especialmente bien, y de las críticas mejor ni hablamos). Además, no hablamos de un universo entero como en el caso de DC, ni siquiera de un universo tan amplio como el mutante, sino de un único personaje, con lo cual todo se reduce, limita y complica mucho más.
Como comenta Godot, basta con que uno o dos de estos proyectos salga mal para que el estudio se lleve un buen revés, y sufra unas pérdidas importantes, tirando por tierra toda la planificación inicial. Y ojo, porque hasta ahora el nivel de saturación del mercado superheroico en la gran pantalla ha sido "moderado", pero es que, con lo que se nos viene encima, veremos si el público casual o menos afín no empieza a cansarse. Y entonces habría que ver donde termina esto.