Sinopsis:
Los 4 Fantásticos están siendo entrevistados en el Edificio Baxter para un reportaje que se publicará en la revista “Life”, cuando los periodistas reciben la noticia de que algo sorprendente está sucediendo en Times Square. El cuarteto decide acudir también para investigar el asunto. Al llegar al lugar, se encuentran sumergidos en una situación de lo más extraña. Primero son introducidos en una botella gigante, después observan como el centro de la ciudad se ha convertido en un gigantesco laberinto y, a continuación, una gigantesca peonza se dirige hacia la multitud. Uno tras otro, van apareciendo y desapareciendo extraños objetos que ponen a los 4 Fantásticos en verdaderos apuros, hasta que Reed le pide a la policía que active todas las sirenas que pueda, lo que provoca que todo desaparezca. En esos instantes, entre la multitud surge una figura alienígena capaz de transformar los objetos en todo aquello que desee. Su actitud caprichosa y la predilección por los dulces y los refrescos hacen pensar a Reed que se trata de un niño perdido con un poder inimaginable, el cual ve a los humanos como una amenaza. Nadie sabe que hacer con él y vaga por la ciudad hasta que el Gran Joe, un mafioso, decide raptar al niño alienígena para utilizar sus poderes en beneficio propio. Así, mediante caramelos y piruletas, los esbirros del Gran Joe llevan al extraviado extraterrestre con su jefe, cuyo primer plan es conseguir un furgón blindado. Tras unos instantes de victoria, el terrible niño comienza a convertir el botín en elementos de menor beneficio en una actitud bromista. Gran Joe se enfada y amenaza la vida del alienígena, provocando que este se moleste aunque en esos momentos aparecen Sue, Ben y Johnny que rápidamente detienen a los mafiosos. Sin embargo, no consiguen apaciguar al niño y sus creaciones.
Mientras tanto, Reed decide transmitir un mensaje al espacio. Gracias a ello, consigue contactar con los padres del niño que centra su rabia en la ciudad de Nueva York. A pesar del caos imperante, la llegada de su progenitores calma al extraterrestre y todo vuelve a la normalidad.
Edición española:
Biblioteca Marvel: Los 4 Fantásticos #1Datos importantes:
-Primera aparición de Delincuente.
-Primera aparición de la raza extraterrestre Elan.
Reseña:
Esta serie ha demostrado desde sus inicios ser la más innovadora. Son muchos los aspectos que caracterizan a Fantastic Four como algo revolucionario en su época: el desarrollo de personajes, el nuevo enfoque del superhéroe, etc… En el número que nos ocupa hoy hay todo eso y un poco más, ya que podríamos decir que estamos ante una de las ideas más psicodélicas del tándem formado por Stan Lee y Jack Kirby.
Pese al inicio del Universo Marvel como un escenario de ficción cohesionado en el que habitan diferentes superhéroes, en los primeros años tenemos una clara influencia del pasado de la editorial. Una pequeña remanencia de aquellos relatos que se zambullían en la ciencia ficción y el horror, en pequeñas dosis, bajo el nombre de Timely/Atlas. Los primeros números de Fantastic Four son un ejemplo perfecto de ello, pero aunque pueda parecer algo extraño, tras dos años de andadura de la Era Marvel de los cómics todavía quedaban resquicios de aquello. Este número bebe directamente de los ecos del pasado y da un pequeño paso hacia delante, quizá algo excéntrico, eso sí.
Desde el primer momento, Stan nos advierte que estamos ante algo diferente, por lo que debemos abrir nuestras mentes y ser receptivos a lo que nos quiere contar. Además de esta nota de aviso, por primera vez comenzamos a ver en los créditos una serie de calificativos hacia los autores del cómic. Uno de los rasgos más característicos de la Marvel clásica que con el tiempo cayo en desuso. Está claro que las señales de que la lectura que vamos a afrontar es algo anómala están ahí, quién no las ve es porque no quiere…
Y para añadir más elementos extraños, comenzamos la historia con un reportaje de los 4 Fantásticos en el Edificio Baxter. Es obvio que el grupo ha alcanzado un alto nivel de fama y que, además, son queridos y respetados por todos. Prácticamente son los únicos héroes que reciben este trato mediático, similar al que recibirán los Vengadores dentro de pocos meses y que encaja mejor con la aceptación que los superhéroes tienen en el Universo DC. Es curioso, porque con el tiempo la Primera Familia dejaría un poco de lado este aspecto público, mientras que los Héroes más poderosos del Tierra acapararían cada vez más atención mediática. Así tenemos dos grupos que ofrecen un contrapunto al concepto de héroe atormentado tan propio del Universo Marvel de los sesenta y setenta.
El cuarteto supone un soplo de aire fresco entre tanta identidad secreta y tanto dramatismo desmedido. No obstante, el grupo no está exento de sus pequeñas disputas, un elemento que los acerca más a la realidad. Precisamente ese realismo entra en escena cuando vemos como cada personaje afronta la fama de una manera diferente. Esto provocará las habituales discusiones, pero en esta ocasión el motivo de las diferencias es algo tan banal que nadie se esperaría esto de un superhéroe de verdad. De todas formas, la batalla está perdida de antemano. Nadie puede competir con la belleza de una mujer, sobre todo si los periodistas son hombres.
En otras ocasiones, hemos hablado de la importancia de los medios de comunicación, ya que daban a conocer hechos que sucedían en el instante, propiciando la actuación del superhéroe de turno. Pues bien, ese concepto cobra una nueva forma cuando los periodistas están con los protagonistas, por lo que diríamos que, en esta ocasión, los 4 Fantásticos reciben la información directa de la agencia EFE (o su homóloga americana). Así da comienzo la aventura y entran en acción, tras un pequeño prólogo en el que disfrutaban de su merecida fama y sus consecuencias.
En los primeros pasos de su investigación, el cuarteto queda encerrado en una botella gigante de leche. Como decía al principio, las señales son muy importantes en esta historia…
Desde luego, es una trampa bastante inusual. Parece que no solo deben afrontar un gran reto, sino que también tienen a algún enemigo nuevo a la vista. La verdad es que la aventura es extraña, pero los diálogos de Reed están un pelín exagerados. Stan y su amor por el melodrama hace que en algunos momentos todo se magnifique. Aún así, ver aparecer de la nada un enorme laberinto o una peonza gigante tras salir de una botella de leche no es algo que pase todos los días. Ni siquiera a los 4 Fantásticos.
Pero cuando parecía que nada podía ser peor, aparece un enemigo que, cuando lo golpea Ben, se multiplica. En pocos segundos hay un auténtico ejército indestructible a la vista. Ojo, porque este concepto no será la primera vez que lo veamos y será una forma de hacer ver que no todo se soluciona con los puños y la fuerza bruta. Afortunadamente, en este grupo cada uno tiene su rol perfectamente definido. Por lo tanto, es Reed quien encuentra la solución al problema. Las sirenas de la policía ofrecen el ruido necesario para que todas las creaciones que han aparecido desaparezcan sin más.
Todo parece indicar que la maniobra de Mr. Fantástico era una manera de asustar al desconocido enemigo, que aún no ha dado la cara. En esos instantes, en medio del gentío, aparece el culpable de haber aterrorizado a la ciudad. Su aspecto no puede ser más inquietante.
¿Es un robot? ¿Es un alienígena? Nadie sabe qué es. Aunque en este número no se explica, estamos ante el nacimiento de una nueva raza extraterrestre, que será conocida bajo el nombre de Elan. Habitan en el planeta Elanis, tercer planeta del sistema solar Beta Scorpi, en la Vía Láctea. Como se ha podido ver, proyectan energía psiónica, aparentemente sin límites, a través de las dos antenas situadas en la parte trasera de su cabeza. Esto les permite modificar o transmutar los átomos y las moléculas de personas y objetos, además de atraerlos o rechazarlos a voluntad.
Nada de esto se explica aquí, desgraciadamente. Tampoco es que sea una raza demasiado conocida, ni pródiga en apariciones posteriores, pero es otro ejemplo de la capacidad creativa de los autores en esta etapa. En cualquier número, por intrascendente que parezca, nace una raza extraterrestre o cualquier personaje con un potencial increíble. En este caso, surgía uno que cayó en el ostracismo hasta que fue recuperado en la serie Power Pack a mediados de los ochenta. Prácticamente en la actualidad, este “niño terrible” se recuperaría bastante crecidito y se conocería como Delincuente durante Aniquilación, con un aspecto menos inocente y un color de piel gris en lugar de verde. El eterno problema cromático de Marvel…
Ante semejante adversario, que comparan acertadamente con el Hombre Molécula por sus poderes, nuestros protagonistas deben retirarse para planear un curso de acción adecuado. Mientras, a un mafioso se le ocurre una idea mejor de cómo explotar los poderes del extraterrestre: robar un furgón blindado. A veces, la simplicidad de algunos villanos sorprende demasiado. Por un lado tenemos megalómanos con muy pocos recursos empeñados en conquistar un mundo para Dios sabe qué, y cuando alguien tiene la posibilidad de conseguir algo como eso se dedica a robar bancos.
Por otro lado, Reed plantea una expresión francesa para definir al niño alienígena: ¡Enfant Terrible!
Debo decir que aquí Stan patina un poco, ya que lo que parece ser una forma de referirse a un niño travieso o bastante insoportable por la simple traducción, no es así. De hecho, es un término que acuñó Thomas Jefferson para describir a Pierre Charles L'Enfant, un arquitecto francés de Washington, idealista y muy testarudo. La utilización más habitual está relacionada con niños que se muestran excesivamente curiosos a una temprana edad. Nada que ver con la utilización que hace aquí el autor y que es totalmente errónea. De todas formas, este planteamiento nos deja una imagen que tuvo que impactar mucho a Stephen King, el famoso novelista que siempre ha afirmado ser un seguidor de los cómics Marvel. Los que hayan leído una de sus últimas novelas saben de lo que hablo.
La cuestión es que el “enemigo” escapa a los poderes del grupo, por lo que Reed decide ponerse a pensar, mientras manda a sus compañeros en busca del alienígena. Esto provoca ciertas tensiones, pero nos deja la imagen de un equipo que se divide para afrontar la situación desde diferentes perspectivas. Creo que hasta el momento, salvo en los que algún miembro decidía irse, es la primera vez que esto ocurre. Diría que aquí se origina esa pauta en la que Reed permanece en el laboratorio creando un invento que les ayude a derrotar a un enemigo, mientras sus compañeros hacen el trabajo bruto. Esto, junto a los diálogos, contribuye a que los personajes estén cada vez más definidos.
El Gran Joe sigue con sus planes para volverse rico a costa del niño extraterrestre, pero su aliado, como cualquier infante, solo quiere jugar, por lo que considera gracioso transformar el dinero en animales. Por lo menos elije un cerdo, que siempre se puede aprovechar todo…
El siguiente paso es intentar conseguir que le agrande un diamante, de forma que pueda compensar las pérdidas, pero todo acaba descontrolándose. Afortunadamente, aparecen los 3 Fantásticos y se ocupan de los mafiosos rápidamente y con mucho estilo, gracias a los poderes de Sue.
Después se acaban enfrentando al niño extraterrestre, sin demasiada fortuna. Mientras, Reed contacta con unos extraterrestres, que resultan ser los padres de la criatura. Una vez más, podemos ver la influencia del cine, ya que la imagen que capta Mr. Fantástico en su telescopio es un calco de la nave de la Guerra de los Mundos. Después, una vez esté en la tierra, muestra ciertas diferencias, pero me da la sensación que Kirby quería hacer un guiño a dicha película en esas dos viñetas.
Llegados a este punto, ajeno a lo que ocurre en el espacio, el extraterrestre se vuelve tremendamente violento, convirtiéndose en la amenaza que todos temían.
En medio del caos, aparece Alicia Masters, cuya presencia en esta historia es de mera damisela en apuros, rescatada en el último instante. No sé si es para que el lector empatice con el desastre de la ciudad, pero me ha parecido una inclusión muy forzada. Da la sensación que no sabían como meter al personaje en la historia ty han recurrido a un cliché.
Finalmente, aparecen los padres de la criatura, por lo que el desastre queda frenado en seco. La familia reunida y feliz, vuelve al espacio.
Por cierto, para que veáis que lo de la influencia del pasado no es algo baladí, en las viñetas finales tenemos la moraleja con la que esta historia pretende enseñarnos algo. En este caso, Reed hace mención a la vanidad. De esa forma, se cierra el círculo y concluye otra aventura de los Imaginautas. Con relatos como este, uno no puede extrañarse de que se les asocie con ese término. Y es que la imaginación es algo que sobresale a lo largo de toda esta etapa como ha quedado patente en este número.
Valoración:Voy a ser directo. A mí no me gusta nada esta historia. Me parece estúpida y cargada de una moralina algo vacía. El concepto en sí me parece interesante, pero el desarrollo de la idea no me convence. La imaginación desbordante del relato se pierde entre escenas de relleno y cuestiones, algunas metidas con calzador, que provocan que la lectura se haga algo pesada. Este tipo de historias se contaban en 5 páginas y Stan utiliza 23. El resultado final es bastante mediocre. A esto hay que sumarle que el entintado de George Bell, seudónimo con el que firmaba George Roussos, es más terrible que el infante y prácticamente destroza los lápices de Kirby. Para mí es uno de esos ejemplos en los que la genialidad abraza la mediocridad hasta mezclarse, dificultando que se diferencie una de la otra. Lo único que realmente merece la pena es ver como los personajes siguen siendo desarrollados y se van convirtiendo en los iconos reconocibles que son hoy en día. Por lo demás, bastante prescindible.