He releído los 100 primeros números de One Piece.
Pues para mi absoluta sorpresa los números iniciales (salvo el primero, que sigue siendo fabuloso a día de hoy) son de un nivel bastante bajo. Material morrallero, plano, genérico y del montón.
En el arco de Buggy empieza a haber unas cuantas virtudes, entre ellas Nami, que despega muy fuerte como personaje; pero no es hasta el de Kuro que la narrativa, sin ser nada del otro mundo, coge fuerza.
En el de Krieg el manga comienza a expandirse en todas direcciones, lo cual será su principal pilar como serie en el futuro, y en el de Arlong empieza a notarse un necesario toque de épica y un desarrollo estable.
Para rematar tenemos el debut de mi personaje favorito, Smoker (impagable y temible en sus primeras apariciones), y el redondo número 100, otro capítulo destacable en la historia de este manga.
Salvo por el increíble debut, que no ha perdido ni un ápice de fuerza, se puede decir que va de menos (¡y cuánto!) a más, terminando con una racha de números muy prometedores.