El post te ha quedado tan bien, que no quería que quedara como una salida de tema que yo haya propiciado. Así que me lo traigo aquí; pocas cosas hay más clásicas que los cómics de Spiderman de Stev Ditko, cuando encima salen el año que viene.
Te voy a contestar, aunque mi respuesta va a ser más "nuclear", hay un solo hecho en torno a lo que dije:
Precisamente The Amazing Fantasy #15 me parece un ejemplo perfecto de ese relato corto magistral al que tanto aludías hace un par de mensajes. En 11 páginas ofrece, con una naturalidad inaudita, el origen detallado, rotundo, cruel y nada "naïf" de todo un icono cultural. Si algún error se ha pagado de forma desproporcionada es el que da lugar al nacimiento de Spider-Man. Insuperable.
Hombre...insuperable...
En 11 páginas te cuento como una adolescente hormonada tiene que elegir entre cepillarse a un vampiro o a un hombre lobo. ¿Insuperable?
¿Que a un chico nerd, feo, y asocial le pique una araña radioactiva y consiga poderes es algo "insuperable"?
No sé yo que decirte. La trama desnuda me parece de un infantil que asusta. Quizás hay que tomarla como una fábula, un
exemplum que llamaban en la edad media al cuento corto con carácter moralizante (como obviamente es Amazing Fantasy), pero ni siquiera diría que esté muy bien contado.
Luego está el tema de la estructura narrativa: es vieja, ineficaz, pobre y desfasada.
Amazing Fantasy 15 es pictóricamente lo que los dibujos de la cueva de Altamira a los cuadros de Goya. ¿Que se puede contar mucho con muy poco? Sí, claro. Pero el arte y las técnicas del mismo evolucionan, y se vuelven más sofisticadas y completas. No es desprestigiar a uno, pero enre un palo con dos rayas lanzando una flecha y La batalla de Flandes, pues me quedo con la batalla de Flandes.
Por otra parte, la etapa de Steve Ditko en Spider-Man no tiene nada que ver con ese "frikismo" que tanto detestas, llámese "Secret Wars" (horrorosa miniserie) o "La Guerra Kree-Skrull" (aceptable arco argumental). Son números bastante más cercanos a la ciencia ficción de los años 50' y al género gangsteril y policíaco pre-noir (años 30'), que a los coloridos mundos superheróicos. Cómic de autor dentro de un entramado industrial, por otra parte.
Vale, sí, tienes razón
Y además hay muchos más elementos urbanos, de personajes, de realidad incluso social. Es cierto.
Pero sigue habiendo bastante frikismo en las historias, para que engañarnos.
No creo que haya un solo cómic Marvel de los primeros 60 de supers que no sea bastante o considerablemente friki.
El protagonista es un chico huérfano sin habilidades sociales, muy inteligente y sensible, que está buscando su propio camino en la vida. Ése es Peter Parker y no "el pringadete" que se han empeñado en describirnos todas las relecturas de esta etapa. Luego, a nivel argumental, casi todo Spider-Man estaba creado en estos primeros 38 números. Mira los enemigos. Están casi todos. Mira los secundarios. Lo mismo. Mira las situaciones. Ahí están casi todas las que luego se vendrán repitiendo una y otra vez. Y esto te lo dice alguien que adora la etapa de Lee/Romita por encima de casi cualquier otra cosa. Pero reconociendo que la etapa previa tiene un tono distinto, una importancia al menos pareja y varias historias buenísimas.
Y de nuevo tienes razón en todo
Pero de nuevo te vuelvo yo a decir; ¿La forma de contarlo es admisible en la actualidad? ¿Las estructuras narrativas son interesantes? ¿Es Stan Lee un guionista soberbio, aunque estemos ante su mejor trabajo? Para mí todas las respuestas son NO.
Son historias contadas sin aspavientos, sin grandes florituras, pero con una literatura de muy baja calidad entre ellas. O calidad moderada.
Sobre todo en los primeros números, que recuerda, son a los que aludía. Los primeros 10 o 12 números de Amazing son un tostonazo en la forma en que nos cuentan las cosas. Chico nerd llora, se siente marginado, se pone su traje y se desahoga con su alterego peleando contra extraños adultos disfrazados de animales.
Es como poco turbador.
Y como comento, la narración no es en absoluto sofisticada. Es a granel. Las cosas pasan y pasan, hay poca interiorización de calidad, poco tratamiento psicológico de los personajes, casi nula preparación del terreno dramático, de la coherencia y verosimilitud de las cosas. En general, unas historias que apestan a naftalina, NO en lo que cuenta, sino como lo cuentan.
Lo dicho; no le puedes pasar este tebeo a nadie que no haya entrenado mucho previamente leyendo tebeos para leerlo. Y no hablo de niños de 15 años, ojo. Hablo de que si le das estos tebeos a un lector consumado que no sepa quien es Spiderman, se va a quedar más frío que el culo de un esquimal.
El imaginario de los villanos, los secundarios, las situaciones canónicas...en todo tienes razón y está ahí.
Pero de nuevo la estructura narrativa de la obra es la que es, y pertenece al tiempo que pertenece.
No, no veo tíos en calzoncillos soltando ostias, ni muñequitos en esta etapa de Spider-Man. Pero para nada. Y tú tampoco los ves. Pero quieres creer que sí. Porque no te gusta Steve Ditko. Ni te gusta la ciencia ficción. Pero recuerda que a lo largo de los números sus lápices mejoran una barbaridad. Y recuerda que nadie como Ditko para dibujar esos sombreros y gabardinas que tanto nos gustan. Yo me compré hasta el tomo de Creeper. Decían que el argumento era malo. Y me importó un carajo, te lo aseguro.
A ver:
-No, no me gusta Steve Ditko demasiado. Quiero decir, que me gusta pero no me vuelve loco en absoluto. Quizás más en Extraño. Soy muy de Romita en Amazing. Pero coincido en que Ditko va mejorando y que sus números finales son mucho mejores. De nuevo recuerda que me refería a la primera decena.
-Sí me gusta la ciencia-ficción, malandrín.
Pero la de Asimov, la de Mathesson, la de Dick...
Respecto al envejecimiento de la etapa: A nivel formal se le nota el paso del tiempo, cierto. Especialmente por el dibujo de Ditko. Cuando era pequeño, de los dibujantes clásicos, me encantaban Romita y Buscema. En cambio, Kirby y Ditko me parecían antediluvianos. Eso dota a la etapa de una capa de permeabilidad, estoy de acuerdo. Pero para mí, que veo cine mudo alemán de los veinte sin despeinarme o escucho blues del delta de hace mil años disfrutándolo sin problemas, tampoco es un obstáculo insalvable.
OJO; tienes toda la razón, con la diferencia de que a mi con Kirby se me sigue cayendo la baba en cuanto a estilo. A nivel formal los cómics del rey aguantan la mar de bien. Lo que no aguanta especialmente bien aquí, son los modelos narrativos de Stan.
Se suele mencionar el AS15 como la forja de la espada, el cómo contar una historia. Pero no, no es cierto. Contar una historia en 11 páginas no tiene ningún mérito. Todo dependerá de QUÉ cuentes y CÓMO lo cuentes.
Que a un chaval friki le pique una araña radioactiva y le de poderes, se cuente con una retórica pobre, unas figuras nulas, una narrativa simplemente eficiente (pasa A, pasa B) y un dominio muy justo de los diálogos y caracterizaciones (convendrás que en AS15 son todo lo superficiales y estereotipadas que pueden ser), no es un mérito.
AS15 no es una obra de arte a nivel narrativo. Nunca lo ha sido. Es un producto de consumo rápido, que no mira a la posteridad, destinado a chavales pequeños y adolescentes. Una narración de salir al paso. Lo cual no quita que sea un cómic notable por otras cosas, pero NO por cómo está escrito.
Te puedo asegurar que me leo 15 veces "La última cacería de Kraven" en un año, que dos el primer tomo de la BM de Spider-Man. ¿Por qué? Porque es un tostonazo, simplemente
Porque las historias no han aguantado bien el paso del tiempo y me tengo que poner unas gafas de situación que asustan.
Está claro que al chaval que viene de flipar con Millar esta etapa le va a repeler, de la misma forma que el fanático de Tarantimo no suele disfrutar de la mayoría de referentes noir de Quentin, por mucho que lo intente. Es otro tipo de sensiblidad y de bagaje el que se requiere para disfrutar de esta etapa. Porque no son números huecos. Hay mucho que rascar. Y resulta muchísimo más moderna que casi todo lo que vino detrás. Y algunos se reirán de esta afirmación. Son los mismos que se ríen de la modernidad de Orson Welles. "-¡Pero si está en blanco y negro, ostia!" ^
Ya sabes que predicas al converso.
Pero comparar a Lee con Welles, a parte de una injusticia universal, es un feo gordo para Stan.
Sta es un hombre vital, bufonesco, entusiasta, buen comunicador, extrovertido, imaginativo, soñador, y con cierto talento de charlatán de feria, que es el arte con el que escribía y vendía sus historias.
Lo que no es Stan Lee es un gran escritor. Nunca lo fue. Y es que viendo el tipo de tío multiusos que fue en su carrera, no extraña. Ya lo decía el libro de Howe, y se dice en otros sitios. En carácter formal y académico, nada tenía que ver un treintañero sin estudios comparado con los universitarios que tomaron Marvel después.
Stan tiene sus cosas buenas, sí. Su Estela Plateada, su Amazing Spiderman, sus 4F... Era capaz de ofrecer grandísimas historias, y dar con la tecla a la perfección cuando se adaptaba a su compañero a los lápices, fuera quien fuera.
Por eso, pedir a un hombre hecho y derecho, sin estudios ni carrera o vocación literaria, que unos cómics que escribió hace casi 60 años para niños y adolescentes aguanten el paso del tiempo como un gran cómic o ejemplo de narrativa...me parece demasiado. Porque no lo puede conseguir.
Los primeros números de AS son bastante discretos en la forma en que están escritos.
Finalmente, The Amazing Spider-Man #31-33 es una cumbre absoluta. Igualito que esos maravillosos arcos de Claremont/Byrne en Uncanny X-Men que nos tienen enamorados. Dentro de sus propios códigos, 100 Balas no tiene ningún arco tan redondo. Ni de broma, vamos .
No te digo que no, ahí ya está muy avanzada la etapa y en su final.
Sin embargo, de nuevo; no me parece una lectura que pueda competir en igualdad de condiciones con los grandes cómics modernos. Al menos a mí no me interesa de la misma forma.
Prefiero releer 100 balas, o From Hell, o Arrugas, o Shoot War, o Sandman, o V de Vendetta, o Año Uno, o Maus, o Persepolis...
En la forma en que están contados, el chico friki que trepa como una araña me alimenta poco el alma.
No lo hizo de verdad hasta que se convirtió en el galán del culebrón, tuvo los mismos problemas que yo, dio más peso a su vida social, sus amigos y sus novias, y se enfrentó a la pérdida de maneras mejor narradas (Gwen y el capitán) y mucho mejor escritas. Ese es el único Peter Parker que de verdad me entusiasma.
El de Ditko para mí se queda en curiosidad histórica, y conforme avanza en un buen cómic.
Pero para el que suscribe no es comparable.
Simplemente no me llega de la misma manera.