La última parte es un verdadero carrusel, donde no hay un momento de respiro ni una viñeta de más y todas las piezas encajan de golpe. Cada elemento tiene su sitio. Lo ves y dices.. "ottia, claro, ¡es verdad!¡Era por eso!"
La batalla final es la hostia, nada que envidiar a cualquier superproducción.
Vamos, que me ha encantado este final.