Buenas

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"Layer Cake" (Matthew Vaughn, 2004). Thriller que sigue la estela de las películas de Guy Ritchie ("Lock & Stock", "Snatch"), quien a su vez bebía a manos llenas del poco fértil manantial tarantimiano. Vaughn ejerce así de alumno del alumno del plagiador. El film ofrece una enmarañada historia de droga y venganza, trufada de contínuos giros argumentales; una colección de excéntricos personajes con cierta tendencia a la verborrea y al gatillo fácil; algunos pretendidamente ingeniosos diálogos tarantimianos; flashbacks explicativos que describen situaciones definitorias del carácter de los personajes; una elegante puesta en escena; una banda sonora de diseño; y una violencia bastante menos explícita de lo esperado.
El protagonista es el duro Daniel Craig, dos años antes de su puesta de largo como James Bond en la notable "Casino Royale". Alrededor suyo desfilan algunos habituales del cine británico y la espectacular presencia de la neoyorkina Sienna Miller, de largo lo más interesante de un film que empieza con fuerza y que no acaba de encontrar nunca su camino. Pesan demasiado la poca originalidad del argumento en general, el poco inteligente uso de los personajes, un desarrollo mortecino y los evidentes plagios a otras películas infinitamente mejores. Pero en fin. Se pasa el rato. Un merecido
5.
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"Marked for Death" (Dwight H. Little, 1990). Steven Seagal es uno de los actores de acción que menos me gustan, sin embargo ha sumado una nueva muesca en mi filmoteca. Siempre preferiré, de entre la segunda línea, a Jean Claude Van Damme, mucho más guapo y carismático y con una filmografía superior. La presente película es la de siempre. Seagal es un policía que se ha retirado debido a un hecho traumático y que regresa a la acción cuando su familia es amenazada por una banda de narcotraficantes. En esta ocasión, la novedad reside en que los delincuentes encabezan una banda organizada de jamaicanos que practican vudú.
A partir de ese momento podremos disfrutar de un actor versátil como pocos. Y es que Seagal dispara, patea cabezas, rompe brazos, empala a sus enemigos, destroza escaparates, apunta con su rifle de alta precisión, rompe manos, maneja la espada, conduce su utilitario a toda velocidad, liga con chicas sin siquiera pestañear, rompe espaldas, escupe constantemente lapidarias frases de dudoso gusto, viaja en avión, sortea a la muerte cientos de veces, decapita a los villanos, jura justa venganza, se infiltra en peligrosas guaridas, utiliza modernas gafas de visión nocturna, y ondea su coleta al viento sin apenas esfuerzo.
En fin, la película es una basura, pero se puede disfrutar moderadamente si se está predispuesto. La banda sonora no está mal, muy típica de esos años, suena tremendamente desfasada, lo que en pleno 2013 le da cierto encanto. También cuenta con una selección de música jamaicana que ayuda a ambientar la cinta en esos ambientes jamaicano-lisérgicos. Un esforzado
4.
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"Gangster Squad" (Ruben Fleischer, 2013). Dice la leyenda que, cada cierto tiempo, al espíritu de Humphrey Bogart se le permite volver a La Tierra y vagar entre los vivos. Recorre los muelles de su New York natal, viaja hasta Las Vegas y finalmente visita su añorado Hollywood. En ocasiones, bendice con su sabiduría una película en producción. Así, entre violentos espamos, el moribundo género 'noir' logra despertar del estado comatoso en el que se encuentra desde la muerte del viejo Bogie. "Chinatown", "Body Heat", "The Untouchables", "Miller's Crossing", "L.A. Confidential", "Road to Perdition"... nuevos fogonazos de uno de los géneros más fructíferos que jamás dio el Cine.
La verdad es que yo me encontraba entre los que esperaba otro clásico de "Gangster Squad". La colección de actores era imponente, la trama se adivinaba sencilla pero efectiva, lo que se había podido ver de la estética del film parecía fascinante y... llegaron los problemas; la autocensura, el retraso de la fecha de estreno, las primeras malas críticas, las reacciones negativas del público... Una vez vista, sin casi sin expectativas, me ha parecido una suerte de homenaje a la magnífica "The Untouchables", directamente rodada para jugarse en Playstation 3.
Todo es tópico y predecible en una película que ya he visto demasiadas veces. Pero también es deliciosamente cool, estilosa, convenientemente violenta, efectiva y disfrutable. No se trata de un futuro clásico a reivindicar. Ocurre que tampoco es gran cosa en su perversión neo-noir ("Sin City"), ni tampoco me parece una sencilla historia a guardar en el recuerdo ("Devil in a Blue Dress"). Es tosca y poco sutil. Sin embargo, obviando la ausencia de drama y casi de sorpresas, como elegante película de acción no está nada mal. Por otra parte, siempre se agradece la presencia de gente tan talentosa y carismática como Josh Brolin, Robert Patrick o Giovanni Ribisi. Quizás el más discreto sea el propio Sean Penn. Es una lástima que Fleischer se muestre tan irregular, pues combina soluciones interesantes con irritantes caprichos y ofrece una acción confusa. En cualquier caso, un correcto
6 y ciertas ganas de volver a verla.
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"Warrior" (Gavin O'Connor, 2011). Extraña combinación: una película de peleas que ofrece buenas interpretaciones. Ahí están Nick Nolte o Tom Hardy. El trayecto lo conocemos de memoria y el director no se ahorra ninguna estación. Padre violento de pasado alcohólico; dos hermanos que lucharon por su cariño; el regreso al hogar; la última oportunidad de coger ese tren hacia una vida mejor... Y ese último combate. El todo o nada. Sudor, músculos, palizas, sangre. Exige un esfuerzo enorme al espectador el aceptar determinadas cosas. Pero bueno, también es cierto que la película lucha por mantener el drama y la trascendencia cotidiana, incluso en el último tercio del film, en el que obligatoriamente se concentran la mayoría de las peleas. Como drama familiar es tópico pero correcto. Como film de peleas tiene corazón. Algo excesiva, sin embargo. Lo dejamos en un
6.
Saludos

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