Bueno... desde ayer, ya obra en mi poder la novela. Y llevo leídas unas ochenta páginas. Aunque pueda ser un tanto prematuro, paso a dar mi opinión sobre lo leído.
La lectura es amena y despierta con mucha facilidad la sonrisa nostálgica en el lector. Tal vez lo mejor ha sido sacar el núm. 2 de Factor X para comprobar que, efectivamente, en ese Correo de los Lectores, se contestaba una carta suya.
Lo peor... espero que si Julián o Helio me leen, no se mosqueen. Trato de ser constructivo.
Edición y precio a parte (al igual que ocurría con El Don, la novela de Peter David basada en el Astonishing X Men de Whedon, la fuente de la letra es gigantesca... podría haberse reducido tranquilamente a la mitad. Las tapas duras también me parecen excesivas, y entiendo que encarecen mucho el producto. Un PVP entorno a los 8-9€ me habría parecido mucho más acertado para un producto de estas características), hasta el momento todavía no he visto la novela por ningún sitio. No hay argumento, se limita a una sucesión de recuerdos en primera persona que no pueden calificarse abiertamente de autobiografía porque los autores se han cambiado el nombre.
A nivel literario me está pareciendo muy básica. Apenas hay pasajes descriptivos y los diálogos son escasos y escuetos. El lenguaje es el propio de un adolescente, lo que está perfectamente justificado en el caso de las conversaciones, pero empobrece un poco la narrativa.
En conclusión, me lo estoy pasando muy bien con la lectura porque me está recordando momentos muy concretos de mi adolescencia (tengo la impresión de que Julián y yo somos de la misma quinta, del 72 o muy próximos a ese año) y me siento muy identificado con sus vivencias. No puedo evitar sentir envidia viendo dónde está él, cómo se codea con autores y editores que a mí me habría encantado conocer o al saber que ha logrado convertir su pasión en su medio de vida (algo impensable para mí). Por otro lado, me alegra mucho comprobar que los sueños también pueden hacerse realidad.
Pero bueno... en realidad sólo llevo ochenta páginas... todavía me quedan muchas por delante, y por lo visto hasta el momento, seguiré disfrutando y sonriendo ante tal derroche de nostalgia.