He leído
El Ataque de los Titanes Nº 9.
Retomo mi lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Tengo que reconocer que quizá lo hubiese disfrutado un poco más si no hubiese espaciado tanto la lectura de este tomo con el anterior, aunque la historia se separa de los protagonistas habituales, ha habido momentos puntuales en que me he encontrado algo perdido. Tampoco nada grave, la verdad. Aún así, la narrativa en diferentes puntos me ha parecido algo confusa. Desde luego, Bisaya no solo tiene que aprender un poco de dibujo, sino que tampoco le vendría mal mejorar un poco el trabajo de una serie coral, que parece ser lo que pretende hacer con esta. El punto realmente positivo es que se apuesta más por el suspense y comienzan a surgir incógnitas muy interesantes, pero todo demasiado superficial. No sé si el autor pretende involucrar al lector en la historia, o simplemente quiere dosificar el misterio todo lo posible. Hay que admitir que la historia tiene mucho potencial y que algunos conceptos son interesantes, pero falta desarrollo, Me sigue costando entender como una serie con estas deficiencias ha conseguido captar tanta atención, aunque se podría decir lo mismo de mí, que no sé qué me impulsa a seguir tras 9 tomos, en los que la sensación creciente es de que a la historia le falta algo que le de el empujón definitivo para sentirte totalmente atrapada por los argumentos que plantea. Se podría decir que tiene algo atrayente, pero no sabría definir exactamente el qué.
Revisando un poco el contenido de este volumen para el comentario, me doy cuenta que se podría apreciar una pequeña incoherencia argumental, o que se nos está engañando al lector para dar un giro impactante en un momento no muy lejano en el tiempo. Como vimos en la anterior entrega de la colección, o quizá debería decir, cómo creímos ver, empezamos con la idea de que el muro Rose tiene una brecha por la que se han colado un número de Titanes. De hecho, el primer capítulo se centra en ese aspecto, provocando que la división 104 del Cuerpo de exploradores tenga que salir deprisa y corriendo, sin ni siquiera vestirse o equiparse (un poco absurdo, la verdad) para propagar la noticia y que los distintos pueblos puedan ser evacuados. No obstante, a medida que avanzamos en la lectura, comienza a plantearse una historia bien diferente.
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Las pistas que parecen dirigirnos a esta trama las podríamos ver en el pueblo de Conny, uno de los reclutas de la 104, que
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A esto hay que sumarle que durante la exploración nocturna
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De alguna forma parece contradecir las imágenes del primer capítulo, que da a entender que esa brecha existe, incluso se muestra, donde vemos también a Mike, el jefe de su grupo, hacer frente a varios de los Titanes que se encuentra por su zona. ¿Misterio o cambio de guión sobre la marcha?
Volviendo al capítulo inicial, destacar que se nos presenta al que de ahora en adelante llamaremos el Titán Peludo, un extraño y misterioso personaje que parece ser único, no solo por tener el cuerpo rodeado de pelo como un animal, sino porque
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Quizá una de las tramas más interesantes dentro de las nuevas líneas que comienzan a abrirse.
Por otro lado, tenemos a Sasha, una de las jóvenes reclutas del 104 sobre la que conoceremos su pasado, perteneciendo a un clan muy particular, bastante desligado de la sociedad en general, viviendo de la caza en los bosques. Sasha, igual que Conny, es una de las que regresa para ayudar a los posibles supervivientes, regresando a su pueblo, donde se encontrará con el horror y con su padre,
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La verdad es que prácticamente es una historia dentro de LA historia, lo que nos ayuda a conocer mejor a los personajes. En este caso no sabemos sis será uno de los que muera en breve, pero está bien que tengamos este tipo de desarrollos, no solo por los propios personajes, que también, sino para que el escenario y el mundo que ha creado Isayama vaya cobrando forma.
Eren y su grupo no tiene demasiado protagonismo, pero nos dejan un capítulo en el que aumenta más si cabe el nivel de misterio de la serie. Todo lo concerniente al muro y sus particularidades es un misterio guardado por la Orden del Muro, por lo que Hange y Levi han "adoptado" a Nick, uno de sus sacerdotes.
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Realmente solo se intuye, porque no se dice claramente. Aunque no entiendo bien por qué.
El tema del agujero en le muro queda un poco en el aire, aunque de nuevo tenemos a Eren y su poder como elementos de un plan para cerrarlo, sobre todo tras conocer las particularidades del material de la construcción.
Otro personaje importante en este tomo es Ymir. La verdad es que me cuesta distinguir entre si es una mujer o un hombre. Diría que es lo primero, pero a saber.
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Finalmente, tenemos el castillo Utgard, un emplazamiento cercano al muro por el sudoeste, que también parece estar envuelto de cierto halo de misterio. Allí se reúnen los cadetes del 104, junto a otro grupo que explora el muro en busca de la brecha en plena noche. Es el lugar al que se dirige el grupo comandado por Levi. Y muy cerca se encuentra el Titán Peludo. Todos parecen confluir en este punto, que podría convertirse en el escenario de próximos acontecimientos. Mientras, los que se han refugiado en él para pasar la noche, son atacados por un grupo de Titanes en plena noche, algo que presumiblemente no debería suceder. Los misterios no paran de aumentar en esta serie...