¿No te estaras equivocando de hermano ?
En absoluto. Me limito a citar sus propias palabras.
¿no era John el que odiaba los comics de superherores y lo hacía por dinero?
Odiaba los superhéroes, pero siempre tuvo otras motivaciones más allá del dinero. Sal no, y él siempre lo reconoció.
¿No era John el que decayó con los años?
En absoluto.
¿no era John el que se pasó los últimos años haciendo bocetos para que otros dibujantes hicieran los acabados?
Más allá del caso de Los Vengadores con Stern, no recuerdo más veces en las que pasara eso. Aparte de que coincido con lo que te ha contestado adamwell
A Sal se le puede reprochar muchas cosas, pero que no lograse mejorar con los años no es una de ellas.
Los cojones que no.
Más allá de un cierto cambio en los acabados hacia finales de los 80, la evolución de Sal Buscema con los años es practicamente nula. Entre su trabajo en los Vengadores y el de los Defensores apenas hay evolución, como no la hay entre éste y lo que hace en Marvel Team Up, ni lo que hace en Capitán América, etc, etc... Seguía construyendo la figura igual, la seguía moviendo igual, seguía con los mismos trucos y tics que cuando empezó. Evolución prácticamente nula.
Tú ves al Kirby de los 40 en Capitán América y al de los 60 en 4F o thor y ves una evolución colosal. Ves al Rude de Nexus 1 de Capital, luego ves sus primeros números en First, y después los de Dark Horse, etc... y ves una evoluión constante. Ves al Romita de Daredevil o de los primeros números en Amazing y luego le ves dibujando el 109 y ves una evolución tremenda, ves al Alex Raymond de las primeras planchas de Flash Gordon o agente Secreto X-9 y al que lugo eclosionó en Flash Gordon y Rip Kirby y se te cae la maníbula al suelo. Ves al Uderzo del primer Astérix y el que dibuja Obélix y compañía y hay toda una vida de evolución. Tres cuartos de lo mismo con el Giraud de Fort Navajo y el de Chihuahua Pearl, y así un larguísimo etcétera.
Más allá del hecho de que cualquiera de los dibujantes citados en el párrafo anterior tiene más talento en la uña del dedo pequeño del pie que el menor de los Buscema en todo su cuerpo, un hecho diferencial es que todos ellos tenían ganas de mejorar y motivaciones más allá del dinero.
Existen dibujantes que a mí no me gustan nada, pero que al menos tienen mi respeto por haber progresado, por haber peleado y trabajado para ser mejores dibujantes. Gente como Deodato o Peterson no serán jamás santos de mi devoción, pero joder... entre los truños que perpetraban en sus comienzos y lo que hacen ahora hay una evolución evidente.
Evolución que, insisto, en Sal Buscema es prácticamente inexistente. Y me irrita porque el tío tenía una base más que suficiente para intentar mejorar, para no repetir las mismas posturas una y otra vez, para escorzar en condiciones, para mover la figura con más naturalidad, etc... pero (casi) nunca le interesó. No creo que nunca hubiera podido llegar al nivel de su hermano, pero sí podría haber llegado mucho más lejos en lugar de acomodarse por completo.
Saludos.