Lo mejor de Miedo Encarnado, con muchíiiisimo, es el punto de vista de la historia que se muestra en Viaje al Misterio. Uno lee ese tomo intentando abstraerse de la macrosaga de Fraction y piensa "Ostras, eso de Miedo Encarnado tiene pinta de ser brutal".
La moraleja es que quizás con Gillen a los mandos, Miedo Encarnado habría sido la pera.