He leído el tomo 1 de
Saga.
"Así se hace realidad una idea. Pero las ideas son cosas frágiles. La mayoría no viven mucho tiempo fuera del éter de donde las sacaron, gritando y pataleando. Por eso la gente se junta con otras personas para crear algo. Dos cabezas pueden aumentar las probabilidades de supervivencia de una idea, pero no hay ninguna garantía. En fin, ese día nací yo."
Cojamos dos soldados enfrentados en una guerra que no comprenden y que acaban enamorándose y teniendo una hija. Usemos gente con cuernos de unicornio otros con cabeza de caballitos de mar, otros con cabeza de monitor, trenes con forma de dragón, cohetes espaciales de madera, fantasmo-niñeras con las tripas colgando. Utilicemos cazarrecompensas a los que llamaremos autónomos, con mascotas capaces de detectar la mentira, y con habilidad para meterse en líos y sazonémoslo todo con las dosis precisas de ternura y corazón que nos hagan empatizar con ellos. Por último, abramos tres o cuatro tramas, todas ellas muy interesantes, utilicemos inteligentemente unos cliffhangers brutales y mantengamos el interés con unos personajes con los que nos podamos identificar.
Esto es lo que hace
Vaughan con resultados magistrales. Está claro que tiene perfectamente trazado el camino a seguir, porque ordenar y dar sentido a todo ese amalgama de posibilidades anteriormente citadas no es sencillo, y lo que consigue es que reflexionemos sobre la FAMILIA y la DIVERSIDAD (racial, cultural...) mientras viste su argumento con magia, ternura y una imaginación desbordante.
Alana, con sus alitas mutiladas (¿no recuerda a las ablaciones?) y
Marko con sus cuernos, dan a luz a una niña, a una idea. A un conflicto para muchos que solo desean guerra y enfrentamiento. Esto les llevará a ser buscados y a que intenten matarlos, por lo que se ven obligados a huir en busca de un planeta donde vivir y criar a su hija lejos de la guerra.
Vaughan da una personalidad fuerte y enérgica a
Alana, luchadora y valiente.
Marko es un pacifista convencido con grandes dotes para la lucha. Ambos son muy diferentes entre sí, pero se complementan a la perfección. Cuando uno se encuentra triste, se apoya en la fortaleza del otro y viceversa. Tan real como la vida. El amor sincero de cualquier pareja real. Tan real comoel dolor del parto, la alegría del nacimiento, la elección del nombre, o como aprender a ser padres.
Como las lágrimas de alegría de Marko, "Es una niña" nos dice
¿Cómo, pues, no sentirse identificado con cualquiera de los dos, o con muchos otros personajes?
Sin esfuerzo aparente,
Vaughan los hace creíbles. Se sienten verdaderos, reales. Podrían ser tus padres. Podria ser tu hija. Sentimientos y reacciones del día a día te golpean el alma sin apenas darte cuenta. Imposible no reir cuando ellos ríen, o no entristecerte cuando lloran.
Así que cuando alguien muere, también sientes el impacto.
Coges cariño enseguida a los personajes y no quieres que desaparezcan. Quieres saber más, conocer más. Duele perderlos.
Vaughan consigue que veamos belleza en la extravagante silueta de
El tallo, que sintamos la ternura de
izabel ayudando a unos padres primerizos y olvidemos que sus tripas están colgando. Prevalece el sentimiento. Imposible no enternecerse con una autónoma que utiliza un móvil de color rosa y un llavero para su nave con forma de pompón. O no ser condescendiente cuando la voluntad no puede salvar de su destino a una niña de 6 años destinada a la prostitución.
"Algunos monstruos son mejores que otros" nos contará
Hazel. Sentimientos universales en un mundo futurista de fantasía y magia.
El cómic tiene un ritmo endiablado no hay cuadros de texto de apoyo, todo es diálogo, salvo las reflexiones a modo de cuaderno de
Hazel que son una delicia. El dibujo me gusta mucho. Hay muchas viñetas en las que echas de menos que haya fondos, pero la verdad es que la imaginación que desborda
Fiona Staples lo suple con creces.
En definitiva, un tomo muy recomendable, que me ha gustado mucho, y en el que me da la impresión de que esto va a trascender.
Y, el último hombre me enamoró.
Saga lleva el mismo camino.
"Me llamo Hazel. Empecé siendo una idea, pero acabé siendo algo más. No mucho más, la verdad. No es que de mayor sea una heroína de guerra ni una especie de salvadora importantísima... pero, gracias a ellos dos, al menos he podido llegar a mayor. No todo el mundo lo consigue".