http://www.youtube.com/watch?v=yRmNgGEVUnASí, señor. Gandalf el Gris es muy sabio.
Vuelvo a pedir disculpas, pues soy hombre de escasa fuerza de voluntad
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Quien opte por no leer el mensaje, tiene 100 años de perdón
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Además, se me están acabando las vacaciones. Algo que agradezco mucho porque hace un mes me temía que se iban a alargar más de la cuenta. No tendré tanto tiempo para taladraros y ya serán mis queridos hobbits los sufridores de mi Black & Decker
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Pobrets...
Siendo honesto, tengo que decir que no sólo no diré nada nuevo, sino que me extenderé hasta la extenuación y la extremaunción
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Y como el título del hilo alude a un
déjà vu...
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Chris Claremont, en las historias que contó fuera de la serie regular de La Patrulla-X, no sólo contó aventuras en las que enfrentaba a sus criaturas contra el malo de turno. Ése, en sus viejos y buenos tiempos, nunca fue su estilo. En esas historias también contó una parte de la historia de la vida de sus personajes. Y se cuidó mucho de ubicarlas dentro de la cronología de la serie madre. En ocasiones, las ubicaba directamente, mostrando las idas y venidas de los personajes. En otras, indirectamente, mostrando el paso del tiempo entre dos escenas de un número. O simplemente mostrando en ese cómic ajeno a UXM el momento en que conectaba con lo que contaba en la serie madre.
Y con esto, tampoco inventó nada. Otros también lo hicieron. Roger Stern lo hizo en su etapa de Los Vengadores. Obviamente, en la década de los 80, con los nuevos formatos que Marvel se sacó de la manga, o directamente copió de sus competidores o de otros mercados, se abrieron nuevas posibilidades, tanto creativas como, y eso es importante, lucrativas.
Voy a entrar en lo que se podrían considerar
spoilers, pero tal vez así quedará algo más clara mi opinión sobre el tema. Como son spoilers, es mejor avisarlo. Quizá sea mejor que quien no ha leído ciertas historias, no lea lo siguiente. O se salte los párrafos dedicados a las historias que no ha leído.
En su primera aparición en
Spider-Woman 37, la Patrulla-X está resolviendo las consecuencias de la que Kitty montó con el N'Garai en UXM 143. Ubicación cronológica que facilita la transición entre cómics. No seré yo quien diga que estos dos cómics son fundamentales, ni que son geniales, pero sí niego algunas críticas que han recibido.
The Avengers Annual 10 es un caso diferente, porque su importancia no reside tanto en la aparición de La Patrulla-X sino en todo lo contrario: reside en el personaje que, inmediatamente después, aparecerá en UXM. Obviamente, se trata de una historia de Los Vengadores. Eso está más claro que el agua. Pero también cae por su propio peso que, en esa historia, Claremont rescata, literalmente, a un personaje del que ya se había encargado en el pasado y que padecía las consecuencias de la historia narrada en The Avengers 200. Claremont resuelve la papeleta, en una huida hacia adelante, y siendo muy cruel con su criatura, como lo será en años posteriores con miembros de La Patrulla-X, y como ya lo había sido antes especialmente con cierto miembro que terminó muriendo. Tras esa historia, Claremont se queda con Carol, que aparece ya en UXM 150. A partir de aquí, la tendremos en la serie hasta UXM 176, si no recuerdo mal. Es decir, en gran parte de dos OG. Dos largos años en que, primero, termina rompiendo con su pasado, luego las pasa canutas, y termina resucitando de sus cenizas para convertirse de nuevo en un personaje aprovechable, habiendo encontrado un nuevo destino. Y toda esa labor, Claremont la inició en el anual de Los Vengadores, y la desarrolló en UXM. Además, ahí está Pícara, que no es una cualquiera. En realidad, defendería su inclusión en el OG sólo por lo que
Taneleer Tivan explicó en
http://foro.universomarvel.com/index.php?topic=19983.msg886139#msg886139 .
La historia de
Marvel Fanfare 1-4 también es un rollo diferente. Es un proyecto del que nuestro estimado Milgrom era el editor. Un proyecto que sufrió retrasos. En primer lugar, tiene relación con la serie en su apartado gráfico. Cockrum se animó a volver a la serie gracias a que volvió a dibujar el grupo en el núm. 3. Del 4, Louise Simonson, editora de UXM, se sacó al siguiente dibujante de la serie: Paul Smith. Y qué se puede decir en plan negativo de Michael Golden, aparte de que todavía estaba algo verde y de que acabó dibujando pocos cómics. Uno de ellos, por cierto, el anual 7 de La Patrulla-X. El escenario y los personajes de la historia son propios de La Patrulla-X. De hecho, su primera aparición fue en TXM 10, si no recuerdo mal. Thomas y Adams lo utilizaron y enriquecieron. Claremont y Byrne también lo utilizaron. Y Claremont, años más tarde, volvió a usarlo, de una forma magistral, en mi opinión: Zaladane... Zala Dane. Claremont era el puto amo, incluso en sus peores momentos, que también los tuvo.
Lobezno se despidió del grupo para ir a Canadá en UXM 168. De ahí partió a
su primera serie limitada, cuyo final muestra fugazmente a la Patrulla-X. En UXM 172, que conecta con ese final, se ve al grupo visitando el lugar donde se hallaba Lobezno. Claremont utilizó la miniserie para contar la historia de Lobezno que no podía contar en UXM. Y no lo podía hacer ahí porque Cockrum no le servía para la tarea. Recordemos que el nulo aprecio que Cockrum profesaba al personaje y que la miniserie se proyectó, realizó y publicó meses antes de que Cockrum abandonase la serie, aunque cronológicamente se sitúe paralela a la etapa de Smith y a la primera mitad del arco argumental Desde las cenizas. En la miniserie, Claremont y Miller devoran al personaje para luego devolverlo a la serie madre. Perfecta ubicación cronológica y posibilidad de lectura integrada.
Kitty, al igual que antes lo había hecho Lobezno, tomó la decisión de marcharse en UXM 183. De ahí, pasó a
su miniserie compartida con el de las garras. Y durante seis números, ya comentados por nuestro
Essex , le dio un buen viaje a la chiquilla. Lástima que la travesía fuese ilustrada por Milgrom. Claremont muestra como ambos personajes regresan de Japón en UXM 192. De nuevo, perfecta ubicación cronológica.
Ambas miniseries muestran momentos muy importantes de las vidas de estas dos criaturas de Claremont. Momentos paralelos al discurrir de la vida del resto de los personajes que seguían en UXM. Ambas miniseries pueden y deben publicarse por separado, en tomos unitarios, tantas veces como el mercado las acepte, pero también pueden y deben formar parte de una recopilación global de La Patrulla-X de Claremont.
En ambos casos, como ya he dicho, perfecta es su ubicación cronológica y la posibilidad de una lectura integrada, sea paralela o perpendicular; nunca en diagonal, porque se pieden los matices.
En el mismo UXM 192, Claremont dejó pasar el tiempo entre las dos últimas escenas que dibujó Romita Jr. Ahí quedarían insertadas algunas de sus historias, y otras ajenas. Y ahí se ubica
la miniserie con Alpha Flight. Que no se reduce a un enfrentamiento con Loki. Se toma el lujo de dividir el grupo en dos partes enfrentadas por el don concedido por el dios loco. Y juega especialmente con la última adquisición del grupo, el nuevo juguete del guionista: Rachel Summers, que tendrá su primer encuentro con su padre. Obviamente, también se aprovecha de la ocasión para jugar con las criaturas de John Byrne. No iba a desaprovecharla. Tampoco hay que olvidar que el dibujante es Paul Smith, que ya había pasado por la serie madre.
Esta historia tiene una doble secuela, como ya se ha indicado, en
los anuales mutantes de 1985. Al final, el de
Los Nuevos Mutantes acabó con el título de
Special Edition, y el de
UXM quedó como siemple
anual. El primero empieza donde lo dejó TNM 34, con el grupo de adolescentes en cierto lugar donde Tormenta dijo que podrían ser felices. Tras esta historia, se situal el anual 9 de UXM. Pero no se trata de un crossover que conecte ambas historias mediante un cliffhanger final que se resuelve en el siguiente cómic. No. Claremont, aunque fue un maestro de esta técnica, no necesitaba usarlo para construir un crossover directo. Simplemente contaba las diferentes partes de una misma historia en diferentes cómics, aprovechando finales más o menos abiertos. Finalmente, en UXM 200 los dos grupos aparecen en París, venidos directamente desde Asgard y vestiditos con los mismos ropajes. Y, vuelvo a repetirme, esta historia no sólo trata de un nuevo enfrentamiento con Loki. No. Tenemos el momentazo con el que nos deleita Rachel Summers, ahondando en la evolución del personaje, que viene de números anteriores, especialmente del inmediatamente anterior, cronológicamente hablando, el 199. El retrato completo de la evolución de Rachel en UXM durante 1984-1986 incluye ciertos momentos de la saga Las Guerras Asgardianas; saga de la que también se pueden entresacar aspectos significativos para otros miembros del grupo: desde el lugar en que reside Cíclope, el pais llamado Inopia, hasta la relación de amistad entre Tormenta y Lobezno, o la que quizá fue la peor época vital para Tormenta en manos de Claremont.
Y es que con Claremont teníamos el discurrir de la vida de unos personajes. Nada más y nada menos. Nos lo contase en la serie regular, en sus anuales, en miniseries o en una historia publicada en una colección genérica de Marvel.
Algo semejante hicieron Claremont y Simonson en
Power Pack 12 y UXM 195. La historia del primer cómic no termina en un continuará directo, pero sí en un final que supondrá el estallido de la historia del segundo cómic. Formando, al fin y al cabo, dos partes de una misma historia.
Y lo mismo puede aplicarse a
los anuales de 1986, los de Mojo. Ambos dos forman parte de una misma historia, dividada en dos partes o dos actos, pero formando un sólo arco argumental. De nuevo, igual que ocurriera en Las Guerras Asgardianas, primero hay que leerse el anual de Los Bebés-X y luego el de La Patrulla-X. Se trata de una historia que aporta su granito de arena en la maduración del grupo adolescente, pero también de una historia doble en la que Claremont introducirá a dos personajes en el grupo de los mayores. Uno de ellos, llevará cierta carga, que Claremont no acabó de explotar, si no recuerdo mal. El segundo... bueno, siguió siendo un chaval bastante indefinido en muchos aspectos... y es que tenía siempre tanta suerte que no necesitaba de ciertas definiciones.
La miniserie con Los Cuatro Fantásticos es el paradigma de todo lo que he comentado del discurrir de la vida. Su inicio se sitúa tras UXM 219, en el que Kaos se incorpora al grupo. Y en la primera aparición de los mutantes, el diálogo entre el desubicado Alex y la impertinente Pícara muestra, simple y llanamente, ese discurrir de la vida, entre tantas desgracias acumuladas. Y no sólo eso. La miniserie resuelve un tema pendiente de la serie madre. Tambien muestra como el nuevo grupo, ya totalmente constituido, va entrenando, siendo evaluado por Tormenta, mientras los miembros se van conociendo. Recordemos que las primeras adquisiciones del grupo, junto a Pícara, ya habían ido conociéndose en la isla Muir, pero sin Tormenta y Lobezno, que habían tenido su aventura particular en los EUA. Obviamente, ahí están los Cuatro Fantásticos, y Claremont no desaprovechó la ocasión para darles un buen viaje a unas criaturas que habían sido, durante una época, feudo de John Byrne.
Por cierto, la historia centrada en Tormenta que empieza en UXM 220 iba a ser el argumento de una serie limitada dedicada a la líder del grupo junto a Forja, y dibujada por Windsor-Smith. Pero terminó narrándose en la serie madre y conectando con La Caída de los Mutantes.
La miniserie con Los Vengadores es de Roger Stern. Aquí la relevancia es, por una parte, gráfica, puesto que de ahí Ann Nocenti, editora de UXM, obtuvo al nuevo dibujante de UXM: Marc Silvestri. Pero también tiene su importancia argumental. Ahí se cierra lo que no terminó en UXM 200. La miniserie iba a ser escrita por Claremont, pero por falta de tiempo recayó en las capaces manos de Stern. Como bien indicaba Raimon Fonseca en su introducción a la miniserie en el Marvel Gold, Stern utilizó a Kaos como su alter ego en la historia. A través de él, muestra los recientes cambios sufridos en el grupo. Stern consigue que su lectura, tras la de los 4F, no dé casi problemas de continuidad, salvo por Hulka que chirría un poco. Dudo que sea casualidad el hecho de que Stern no utilice a Longshot, ni a Mariposa Mental, que sólo harán acto de presencia en el último número, que ya no está escrito por él. Sin duda alguna, debían ser los dos personajes que menos conocía y prefirió no usarlos. Aunque sólo es una suposición por mi parte.
Por lo general, Claremont manejó diversas tramas, a veces en diversos cómics, pero siempre intentando ser lo más coherente posible, y cuidando de la cronología, hasta que el asunto se le fue de las manos, pero eso sería en el futuro. Y siempre mostrando el discurrir, atormentado hasta extremos insospechados, de la vida de sus criaturas, mientras mantuvo el control sobre ellas.
De la miniserie de los
X-Terminators no hablaré, porque supongo que al ser crossover directo con Inferno, y específicamente con Factor-X y Los Nuevos Mutantes, su inclusión no supondrá ningún problema.
Si exceptuamos los dos números de Spiderwoman, la calidad de todas las demás historias es alta, muy alta o altísima. Gráficamente, lo peor reside en Spiderwoman y en la miniserie de Kitty y Lobezno.
Por supuestísimo, podrían aparecer por separado, como ya lo han hecho en otras ocasiones, pero veo absolutamente coherente que también se incluyan en la colección de OG.
De las historias cortas procedentes básicamente de
Marvel Fanfare, tampoco hablaré, aunque también las conozco. Ocupan pocas páginas y las dos primeras pueden ubicarse tranquilamente al final del OG respectivo.
Tampoco hablaré de
los grandes crossovers de la segunda mitad de los 80, La Masacre Mutante, Inferno, los anuales de Días del Futuro Presente, Proyecto Exterminio y la más contenida Saga de la Isla Muir, porque sé que no son objeto de discusión. A pesar de que, algunos de ellos, Claremont me perdone, no fueron sus mejores guiones.
Finalmente, también me abstengo de hablar de
la miniserie de Rondador Nocturno. Su calidad es francamente discreta, por decirlo suavemente, aunque personalmente me alegro de la posibilidad de que sea recuperada. Una posibilidad que cada vez veo menos clara, porque cuanto más frikiplanifico más posible veo que el hipotético 6º OG termine en UXM 210, a las puertas de La Masacre Mutante, y menos posibilidades veo de que la miniserie de Dave Cockrum tenga espacio.
También se podría hablar de
los anuales, que forman parte de la serie, y de la tendencia de Claremont a irse por los Cerros de Úbeda a la menor ocasión, contándonos historias que poco tenían que ver con el tono de los números regulares: los anuales relacionados con el mundo de Arkón, de querencias hybóreas; el de Rondador Nocturno, de temática mágica y demoníaca; el de Drácula que sí tiene relación directa con un número regular, que, por cierto, poco tiene que ver con lo que Claremont hacía junto a Cockrum en esos momentos, y que sentó las bases del futuro de Tormenta; el del Hombre Imposible, de tendencia humorística, que poco tenía que ver con los dramas que atenazaban la vida de algunos miembros en esa época; el del cuento de Illyana, magia e imaginación en una época claramente urbana de la serie; Las Guerras Asgardianas, mitología en medio del callejón y del subsuelo de Nueva York; los de Mojo, de los que me pregunto qué pintan ahí cuando en el final del cómic anterior nos introduce en La Masacre Mutante (y pintar, pintan lo mismo que el resto de historias que Claremont parió en sus buenos años, y que veinte años más tarde podemos seguir disfrutando); el de Horda, que narrativamente se da de tortazos con UXM 219, pero que es muy significativo para la evolución de Lobezno; los tres últimos tuvieron relación con megaeventos como La Guerra de la Evolución, Atlantis Ataca (firmado por Terry Austin) o el más autocontenido Días del Futuro Presente.
Qué a gusto se queda uno en ciertas ocasiones, ¿verdad?
¿Me creeréis si os digo que se me ha terminado el tabaco?
Conste en acta que este ladrillo no pretende invalidar la opinión de los que desean una recopilación de la serie madre, con sus anuales y sus crossovers; sólo pretende explicar que yo prefiero otra cosa, y lo que considero que son mis argumentos, más o menos coherentes o acertados.