Pues al final me he liado la manta a la cabeza y le he dado una relectura a Es un pájaro... y me reafirmo en lo comentado. Me mola mucho, es evocador y educativo, tiene algún puntazo muy logrado, y se las ingenua de manera magistral para mezclar la madeja del mundo real y la del ficticio para crear un cómic, sí, experimental y raruno, pero también muy revelador, en el que la vida es la villana de la historia.
Es complicado definir el estilo de Seagle, pero te atrapa y te perturba mientras da otro significado a la fortaleza de la soledad o se apodera de la fuerza de Superman para sincerarse con su mujer. Consigue transmitirte la sensacion de viajar a la mente del prota, de ir recuperando retazos de infancia, un cómic de súpers, un hermano mayor, la abuela en el hospital... hasta puedes oler ese olor característico a antiséptico y enfermedad. Olores, texturas, miedos, miserias y bagaje familiar que pesan como una losa.
Y sigo creyendo que esto no es para recomendar a la ligera, es denso, huye de lo convencional y es más un cómic de héroes de la calle como podríamos ser cualquiera de nosotros, que un cómic de superheroes. Personas normales y corrientes luchando contra sus problemas y secretos, parapetados bajo su identidad secreta, y que finalmente se enfrentan a su kriptonita particular.