La Escena del Crimen de Ed Brubaker y Michael Lark
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La Escena del Crimen de Ed Brubaker y Michael Lark"Mi padre... mi padre era poli... detective..."
Cuando
Ed Brubaker todavía no era reconocido como uno de los mejores guionistas del cómic americano, cuando tan sólo había realizado pequeños proyectos para editoriales independientes y un número suelto para el sello
Vertigo (
Vertigo Visions: Prez) se ganó al público, a la crítica y una nominación al
Eisner a mejor serie limitada de 2000 con una miniserie de 4 números publicados dentro de
Vertigo entre mayo y agosto de 1999 (
Scene of the Crime #1-4).
La Escena del Crimen comienza como una historia detectivesca clásica, e incluso típica. Presentada en capítulos y narrada en primera persona, sintetiza a la perfección el espíritu de las novelas policíacas y el estilo noir que ahora es la firma de
Brubaker. Pero como en cualquier delito, las cosas no se quedan en lo que parecen, sino que exigen que el lector indague en lugares que no querría o que simplemente no pensaba que tuviera que visitar. Así, la premisa que pudo parecer simple en un principio sufre una serie de reveses hasta conformar un mosaico oscuro e inteligente que justifican toda la merecida fama de la obra.
A la oficina del detective privado
Jack Herriman, llega una cliente para que encuentre a su hermana, que lleva sin dar señales de vida cerca de un mes. La única pista; un panfleto de una secta new age llamada
Lunarhouse. Un caso que puede ser o muy fácil o muy difícil, pero que termina por complicarse más allá de toda previsión implicando a más personas de las que debería a base de actos y consecuencias desmesurados.
Los personajes se muestran tal y como son, sin sufrir ningún tipo de deformación por ser idealizados, desde el protagonista hasta los secundarios, todos son humanos y como tales cometen errores; la única diferencia es el tamaño de éstos. La trama nos ofrece revelaciones sobre ciertos actos que son realmente grotescos y violentos hasta el punto que creo que ese nivel no ha sido igualado en obras posteriores de
Brubaker. El tono de la historia, cuadra perfectamente con el de las historias de
Criminal, si bien en esta el ritmo es un poco más pausado. Destacaría la habilidad con la que se entrelazan las líneas argumentales del pasado y del presente, y cómo en ambas hay elementos que sirven para que la otra avance.
En apenas cuatro números,
Brubaker usa todas sus herramientas para dejarnos una historia de misterio y violencia que alcanza una profundidad y complejidad suficientes para soportar con facilidad múltiples relecturas en las que seguro que disfrutaremos tanto como la primera.
Apartado GráficoNo,
Sean Phillips no es el dibujante, pero ya estaba aquí entintando los dibujos de
Michael Lark.
Lark realiza un buen trabajo, con un trato para la iluminación perfecto. Pero si bien sus escenas y su narración gráfica (en la que abundan las viñetas horizontales) son perfectas, sus rostros quizá sean la parte más floja del conjunto. Por supuesto se ve lo que quiere transmitir cada cara y expresión, pero de una forma artificial y con las proporciones un tanto descuidadas. Pese a esto, la simbiosis con el guión es perfecta y sirve como vehículo de la lectura.
El color es obra de
James Sinclair, que se adapta al dibujo con una paleta apagada que no resta oscuridad a las manchas negras que crean esa atmósfera noir que tan bien le va a la historia.
EdicionesEn Estados Unidos, después de las cuatro grapas originales, la obra se recopiló en un TPB por
DC Comics, pero la edición actualmente disponible es la publicada en cartoné por
Image Comics.
En España,
Norma publicó la obra en dos prestigios en su famosa
Colección Vertigo (concretamente los números
#117 y
#120), que a día de hoy y pese a estar descatalogados, siguen siendo muy fáciles de encontrar y suelen salir muy baratos. El único fallo que les veo es que las portadas están incluidas de una manera un tanto peculiar; cada tomo recopila dos números americanos, la portada de uno es la portada del tomo, y la otra, sin embargo, aparece bastante reducida en la contraportada, por supuesto, esto tampoco es tan grave y por el precio que se encuentran suelen ser la opción ideal (o al menos para mí). Si alguien prefiere una edición en cartoné con numerosos extras (que realmente en esta obra parecen muy interesantes), entonces deberá adquirir la de
Planeta Cómic por 16,95€ que está disponible actualmente.