Pues voy a dar la nota discordante. Aunque la serie empieza bajo una premisa imaginativa y con un ritmo trepidante, conforme avanza la trama cada vez me sentí menos interesado en la historia.
Por un lado, considero que la historia se alargó de forma innecesaria. Si estuviera en casa, volvería a ojear los tomos para poneros ejemplos; de memoria no os puedo decir nada, porque es la única serie de Vertigo que no he releído (y porque no tengo memoria, claro).Por otra parte, los personajes se me fueron haciendo cada vez más inverosímiles.
En definitiva, que terminé la serie por la inercia del buen discurrir de los primeros números, en la esperanza (vana) de que remontara el vuelo.
Pues a esto mismo venía yo, muy de acuerdo con tu opinión. Los primeros números son absolutamente espectaculares. Soberbios. Especialmente el primero. Y quizás esas expectativas tan grandes que se generan al comienzo todavía contribuyen a que la sensación de decepción sea mayor, al menos en mi caso.
Como decía, los primeros números son excelsos. Pero poco a poco empieza a perder ritmo, hasta el punto de que alrededor del número 15 o algo así dejé la serie tirada, directamente. Es más, me acuerdo perfectamente del momento: era la historia de una representación de teatro que, a la vez, servía de improvisado homenaje a Shakespeare, si no recuerdo mal (algo que ya hizo Gaiman en The Sandman, con resultados bien diferentes). Pues en ese momento perdió totalmente mi interés. Y no fue hasta mucho tiempo después que, más por completar la serie que por otra cosa, decidí darle otra oportunidad. Y aunque en líneas generales se recupera un poco, y tiene instantes bastante buenos, la sensación de decepción fue importante. Sobre todo porque era una serie con muy buenas ideas de partida y un gran potencial, potencial que Brian K. Vaughan queda lejos de alcanzar.
No sé, ya digo que a mí me decepcionó después de esos primeros números brillantes y esas ideas tan estimulantes y, salvo momentos puntuales, no rescataría demasiadas cosas del resto de la serie, excepto el epílogo final, que eso sí, me pareció un cierre perfecto: precioso, emocionante y tremendamente emotivo. Pero tengo mis serias dudas de que merezca la pena pasar por todo lo anterior para poder disfrutar del último número. Y por supuesto que, para mí, ésta serie anda muy lejos de otras grandes de Vértigo como Predicador, 100 Balas o incluso Fábulas. Pero muy, muy lejos. No entiendo cómo se le pudo catalogar como el buque insignia de la línea cuando apenas pasa de ser un cómic original, pero con un nivel bastante normalito, salvo por contados momentos muy buenos.
Y, por lo poco que he leído de Ex Machina (apenas el primer tomo), parece que Brian K. Vaughan es un guionista con ideas bastante originales y con tremendo potencial, pero que falla en algunos aspectos a la hora de desarrollarlas, y al final se quedan a medio camino, sin terminar de alcanzarlo. Es una lástima, porque creo que Y, El último Hombre podría haber dado mucho más de sí, y haberse convertido en otro clásico de Vértigo.