He leído
Ironwolf: Las llamas de la revoluciónUna historia escrita a cuatro manos entre Howard Chaykin y John Francis Moore, que nos transportan a un mundo futurista donde la ciencia ficción y la cultura medieval se dan la mano para luchar por la igualdad social. Una aristocracia corrupta, ansiosa de poder y personificad en una Emperatriz capaz de cualquier cosa por regentar el imperio Galaktika. Ironwolf es un miembro de la nobleza que se erige como defensor de los más débiles, pero una traición lo lleva a estar ocho años en una presunta muerte. A su regreso deberá impedir un golpe de estado, además de descubrir que su mundo se ha vuelto más decadente aún, gracias a los poderes fácticos. También se revelará que hay un mundo con tecnología superior, que pretende mantener en la ignorancia el conjunto de planetas que él defiende.
La historia no está mal, pero quizás adolece de una cantidad abrumadora de conceptos en poco menos de 100 páginas, dando la sensación de que necesitaba más espacio para desarrollar la historia. La mezcla de ciencia ficción con la cultura medieval está muy conseguida. también se introducen elementos del género del terror y la fantasía, como bestias mitad hombre y vampiros instalados en la aristocracia. La excesiva compresión de la historia limita un poco su entendimiento, ya que utilizan vocablos que cuesta coger su significado en las primeras páginas. La historia tiene mucho ritmo, y quizá invite a una relectura para su mejor comprensión. Cabría destacar la enorme crítica social que subyace en esta obra, que va mucho más allá de la acción y las intrigas políticas. Aunque, como digo, le falta un poco de desarrollo, dando la sensación que los conceptos se van aglutinando página a página.
En el aspecto gráfico tenemos a Mike Mignola, en estado de gracia, acompañado por las tintas de P. Craig Russell , dando lugar a un resulta final altamente satisfactorio. Casi me atrevería a decir que es uno de los mejores trabajos del dibujante. Buena narrativa y una pequeña dosis de espectacularidad, nos hacen disfrutar del peculiar estilo del autor.
En definitiva, una historia muy entretenida, quizá más compleja de lo habitual, que muestra una amalgama de conceptos y géneros de forma satisfactoria, pero que por su densidad le hubiese venido bien más desarrollo. No sé si ha tenido alguna continuación o algo, pero tampoco me extrañaría.