He leído Groonan el Vagabundo Nº 1 – 12.
Sergio Aragonés crea a un personaje basado claramente en Conan, pero tirando por el camino de la sátira y el humor. Un género que domina bastante bien. De esa forma, tenemos el primer intento de Forum de dar salida a esta serie de la línea Epic de Marvel, donde los autores preservan los derechos sobre sus creaciones.
La editorial española, acerca al personaje aún más a la “inspiración” del autor y transforma el nombre original de groo en Groonan. Un criterio bastante cuestionable que además no se sigue con la rigurosidad que debiera, ya que unas veces se emplea el nombre original y otras el otro. Todo un desastre. A esto, hay que sumarle que en cada grapa española se incluyese un número completo USA y otro partido por la mitad. Algo que en esos momentos puede parecer una solución de lo más lógica y acertada, pero que a mí me parece una aberración. Aunque, obviamente, eran otros tiempos.
Por otro lado, la serie no parece tener una acogida demasiado calurosa, por que no dura más que un año, siendo cancelada por falta de ventas. Comenzaba un tortuoso camino editorial para el personaje, en el que la uniformidad de formatos o la repetición de material estarían muy presentes.
Centrándome un poco en la lectura, he de decir que me ha gustado bastante el primer contacto con el personaje. También es cierto que esperaba un poco de continuidad en las historias, sin embargo, nos encontramos con una serie cuyos números son, en su mayoría, historias autoconclusivas. Incluso hay veces que ni siquiera están unidas temporalmente. A pesar de todo, se mantiene una especie de línea cronológica, lo que propiciará una serie de personajes secundarios más o menos recurrentes.
La vida de Groo consiste en ser un eterno errante en busca de comida y sobre todo, trabajo. De esa forma, llegará a desempeñar diferentes empleos al cual más curioso, pese a que predomina en el arte de la lucha, debido a su habilidad con la espada. Quizá sea lo único que realmente se le de bien, ya que en ninguno de sus empleos consigue destacar demasiado… bueno sí que lo consigue, pero es algo que va en consonancia a la fama que va alcanzando a medida que la colección suma número tras número. Una fama totalmente merecida. Su estupidez supina generará momentos sumamente divertidos, demostrando que cualquier cosa que se le ocurra está abocada al desastre. Incluso se le conocerá como el cenizo marino, debido a que todo barco que pisa acabo en el fondo del mar. Y sí participó en la construcción, ya os podéis imaginar…
Pero lo que realmente se le da bien es pelear, un valiente guerrero (con menos cerebro que un mosquito) cuyas actuaciones siempre están en el lado equivocado. O al menos lo acaban estando en algún momento concreto de la historia. No obstante, también ejerce profesiones como la de actor ambulante, construyendo pirámides o ingresado en un monasterio (con voto de silencio incluido). Desde luego, es todo un polivalente.
Entre los secundarios recurrentes, encontramos al Sabio, un anciano acompañado de un perro y un porrón enganchado en el bastón, cuyos diálogos están llenos de dichos populares. Con el tiempo, descubriremos que conoce a groo desde niño. El primero de los secundarios sería el Trovador, un bardo que habla mediante rimas y poemas, el cual dejará constancia histórica de las hazañas de Groo. O de su solemne estupidez, según se mire.
Taranto es mercenario, igual que nuestro protagonista, que tiene la desgracia de cruzarse en el camino de Groo. Algo que siempre intenta volver a su favor, lo que le conllevará muchos sin sabores. Y finalmente tenemos a Grooella, la hermana de Groo, con un parecido increíble, casi parecen gemelos, una reina que perderá su reino por pedirle ayuda a su valiente hermano.
En definitiva, una serie que utiliza los elemento de la fantasía heroica: tesoros, dragones, batallas y héroes, en un tono humorístico, acompañado de una lírica muy divertida y de un personaje que hace lo que mejor sabe hacer: divertir al lector. Una lectura recomendable sí te gusta este tipo de cómics; puedes estar seguro de que no habrás errado.