Bueno pues yo voy a mi ritmo y, como
Oskarosa ya hace unos estupendos resúmenes de cada tomo, me limitaré a destacar un par de cosas del tomo
1943 que es el que acabo de terminar:
- Me ha encantado el momento del reencuentro entre Valiente y su padre el rey de Thule. Despues de años sin verse, la primera vez que el rey ve a su hijo, este está haciéndose pasar por bufón de su enemigo para poder desbaratar un complot contra su padre, y no puede decirle nada. Despues de destapar el complot por fin se encuentran cara a cara y Valiente, como si no acabara de evitar que su apdre perdiera el reino y que muchos de sus habitantes murieran dice alegremente:
"Buenas tardes, padre. Espero que estés bien". A lo que el rey responde:
"Vamos tirando hijo. ¿Te quedas a cenar?" E inmediatamente se abrazan y rompen a llorar. Simplemente brillante.
- Respecto a las aventuras vividas por Valiente, poco que añadir a lo ya comentado por Oskarosa
, aparte de que el trozo que acontece desde que embarcan en el navío Poseidón hasta que por fin llegan a Thule, habiendo sufrido a un naufragio, luchado contra un incendio, visto un Kraken, sobrevivido a un maremoto y enfrentado a unos piratas, podría decir que son las mejores planchas que he leído hasta ahora del Príncipe Valiente, tanto por el guión que te lleva de un increíble suceso a otro en apenas una página, como por el dibujo (la plancha del kraken es espectacular)
- Esto también ha sido comentado por Oskarosa (es que no me dejas nada
), pero el respeto que Foster siente por las mujeres queda en este tomo más palpable que nunca, aunque siempre sin perder su humor característico. Es fascinante el retrato que Foster hace de toda dama que aparece en la colección, mujeres fuertes y valientes que saben cómo llevarse al huerto a hombres que caen enamorados como tontos ante su belleza. Siempre desde el respeto y desde un brillante conocimiento de las relaciones amorosas.
- Respecto a la composición de las páginas (también comentado por Oskarosa
) hace tiempo que quería decir que es increíble los juegos que se permite Foster a la hora de diseñar las planchas y repartir las viñetas. Teniendo en cuenta que estamos hablando de los años '30, algunas composiciones son de lo más arriesgadas. Quizá sea algo a lo que hoy en día estemos acostumbrados, pero entonces era necesario numerar las viñetas para que el lector no se perdiera.