Hoy me he puesto la camiseta.
Después de salir del trabajo he ido a tomar un café a una chocolatería, propiedad de una prima mía.
Allí estaba su hija de ocho años, que se ha sentado conmigo y me ha empezado a preguntar sobre los personajes que había dibujado
Peúbe (aunque algunos ya los conocía ella).
Al rato, se pone seria y me dice: "Eres un poco friki".
Ya no hay ningún respeto.