Tyler, creo que es más una percepción que una realidad (estadística), y me explico.
La tirada de estos tomos es mucho más amplia que la del resto de ediciones. Hay muchos más ejemplares en las tiendas, los compra mucha más gente de lo habitual y, con un porcentaje de error similar al promedio, la cantidad de tomos que estén con taras será obviamente mayor.
Recuerdo (cuento del abuelo cebolleta, pero prometo que será corto) que en la rotativa del periódico en el que trabajé se tiraba +/- el 10% de lo que se imprimía porque o la tinta manchaba poco (en los primeros giros de la máquina) o manchaba demasiado, o lo que sea. No se miraban los ejemplares uno a uno (imprimíamos más de 100.000, es absurdo plantear la posibilidad), pero sí se hacían muestras al azar para comprobar que la impresión era buena. Más de una vez vi cómo se paraba y se volvía a empezar, con la consiguiente pérdida de papel, tiempo y, claro, dinero.
El proceso en los tomos del Coleccionabe debe ser similar (aviso que no lo sé, sino que lo intuyo), pero no igual porque estamos hablando de libros encuadernados, que es un proceso diferente. Pero siguen siendo máquinas y no manos humanas las que producen el tomo, y esos pliegues, arrugas o dobleces son imposibles de comprobar una vez se ha hecho el libro, puesto que el proceso es completo y el producto sale acabado de la cadena de producción (embalaje incluido).
No se pueden mirar uno a uno todos los tomos para comprobar si están bien o mal Y, por eso, cuando uno está mal, se le cambia al conprador. Es un uso de los impresores que tiene unos 500 años de antigüedad.
Y que quede claro que no pretendo justificar los fallos, que seguro que los hay, sino explicar sus causas.