Es que las bases son interpretables.
Si las bases simplemente dicen que se tiene que tratar de un “autor” y no de un “autor de cómic”, no veo razón entonces para discriminar a los autores de denuncias, de querellas, de chistes malos, etc, etc.
Me imagino que en alguna categoría de “autor de algo” entrará Antonio Martín, así que no nos quedemos con las pequeñeces que tiene el emplear un lenguaje poco específico a la hora de establecer unas bases.
Y otra cosa: si las bases simplemente dicen que se tiene que tratar de un autor con 25 años de trabajo publicado, pero no especifican desde cuándo se tienen que contabilizar esos 25 años, nada impide que esos 25 años puedan contabilizarse desde el 30 de mayo de 2021 hasta el 30 de mayo de 2046, por ejemplo.
Un respeto al futuro, por favor, que más que autores de cómic parecéis futurólogos de mierda.
Y respecto al comunicado de los autores firmantes, están muy equivocados, como no podía ser de otra forma tratándose de gente que se dedica al cómic en lugar de tener un trabajo serio: No es necesario justificar ningún cambio de criterio a la hora de otorgar premios cuando existe Libertad. Los criterios, las reglas y las bases son cosas sobrevaloradas, como los sueldos. La Libertad lo es todo. No hay nada mejor que la Libertad para otorgar premios a quien nos sale de los cojones, para despediros o para denunciaros por atreveros a hacer chistes de la gente a quien debéis sumisión y respeto.
Y por si todavía tenéis alguna duda de quién es quién en esta historia, recordad que el próximo viernes a unos cuantos de vosotros os cumplen las fechas de entrega. No digo más.