Los audiolibros me parecen un recurso para vagos, la comida precocinada de la cultura.
Hace años, por tiempo en viajes y esperas, leía un libro cada par de días. Un compañero me dijo que él también, incluso más, cada día un libro o dos. Le pregunté a que ritmo leía, páginas por hora, creía que yo iba rápido y me ganaba, y me dijo que no sabia, que eran audiolibros
Por lo menos ahora están narrados por actores, son adaptaciones en otro formato, en aquel momento los audiolibros eran pdfs pirateados leídos por las primeras versiones de loquendo, voz robótica, sin entonación.